jueves, 19 de abril de 2012

¿CULTOS A LA “CARTA”?



La adoración no es un tema nuevo. No obstante, ha sido este tema, el motivo de la rebelión de Satanás y constituye el tema en el tiempo del fin. No sorprende entonces que  el mensaje del primer ángel, en el libro de Apocalipsis invite  a adorar al creador (Ap. 14:7). La pregunta que se puede formular por efecto es: ¿estoy entendiendo el tema de la adoración en el contexto del culto en la iglesia?
          Me encanta leer y releer uno de los libros más amenos y entusiastas que conozco Plantar el Futuro. ¡Hay muchas iglesias! ¿Por qué plantar más?, con maestría el autor escribe un capítulo titulado “¿Qué pueden aprender los adventistas de la Coca-Cola?”, allí nos anima a que podemos cambiar el envase “donde sea apropiado” sin cambiar “el producto”, ni comprometer la verdad. La idea es clara, y hay coherencia en lo que propone y me ha funcionado, y estoy seguro que a muchos, pero, ¿hasta qué punto debemos cambiar el “envase”?
          Tristemente, la mayoría de iglesias protestantes, y carismáticas han cambiado demasiado el “envase” que simplemente  el producto a penas y se ve. Pero, ¿qué de las iglesias adventistas y sus cultos? No podemos “tapar el sol con un dedo”, el asunto es que el postmodernismo está calando lentamente, que no es sorprendente ver a congregaciones adventistas con un “un sistema de cultos, tan similar o igual a los hermanos evangélicos y pentecostales”, donde a leguas se nota que su preocupación es “ganar a los perdidos” aunque para ello tengan que rebajar el evangelio (música secular con letras cristianas, predicadores extravagantes e irreverentes, coreografías y sermones superficiales, entre otros), es decir,  en un culto de este tipo, el foco de la adoración no es el Adorado sino el adorador. La pregunta ya no es ¿este culto será al agrado de Dios?  La adoración debe ser vista a la luz de la Biblia y ésta debe ser el punto de partida.          Pero el problema no es minúsculo como se observa, cuando se entiende que a Dios si le importa el cómo deben adorarlo. Así por ejemplo cuando notamos lo que aconteció en la tan estudiada actitud de Caín a diferencia de su hermano Abel (Gn. 4:1-8). Así se pueden ver algunas lecciones respecto al tema:

Los adoradores y su conocimiento
Caín y Abel, dos adoradores diferentes. Esto es visible nítidamente  por el impacto que provocaron ante YHWH, debido a que a uno aceptó y a otro no. Sin embargo, es preciso notar que, ambos fueron educados por los mismos padres y enseñados de manera similar en lo que concierne a cómo adorar a YHWH. No obstante la forma en qué ambos procedieron fue muy diferente.
Es claro que ambos adoradores habían sido instruidos por sus padres, sobre la manera de cómo deberían adorar a YHWH, pero aparte de eso, está en juego: ¿cuál era la voluntad de YHWH frente a este asunto? No hay muchos detalles en la Biblia, sin embargo, aunque no se menciona qué es lo que quería YHWH, se puede inferir que el actuar de Abel estaba muy ligado o  más cerca a lo que Dios quería, pues se dice: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿por qué te has ensañado y porqué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? ” (Gn. 4:6,7).
Por lo expuesto, pareciera ser más probable que YHWH dio instrucciones del cómo debían proceder los adoradores, pero Caín por razones que no especifican las Escrituras optó por desobedecerlas, actuando simplemente a su manera. No obstante, se nota que consecuentemente, ambos hermanos se presentan a adorar a Dios en condiciones iguales en cuanto al conocimiento que tenían de los requerimientos divinos para el acto de adoración.

El medio de adoración
A diferencia de la interpretación común protestante de que Dios se disgustó con Caín porque simplemente había egoísmos en el corazón del adorador, es claro que el asunto de fondo, no radica solo en eso, sino que, esa ofrenda debía anunciar la muerte de Cristo por los pecados de todos los hombres (Gn. 3:21 cf. Jn. 1:29).
No obstante, es razonable inferir a la luz del texto bíblico que, Caín había ofrendado a Dios antes, ya que ambos parecen tener edad adulta. Esto lleva a pensar que YHWH había sido adorado antes por Caín y que lo había hecho bien. De esta manera Caín era conocedor del cómo debía presentarse ofrenda y qué cosa a YHWH. Por lo tanto, se puede concluir que Dios se desagradó de Caín, simplemente porque  como adorador era un desobediente y quiso adorar a Dios a su manera, lejos de la voluntad divina. Mostrando así un “culto a la carta”, es decir a sus gustos y/o conveniencias.

El Adorado frente a las adoraciones
YHWH, el fin de la adoración de estos hermanos, se pronuncia ante las acciones de sus adoradores. Eminentemente lo hace con mucha claridad. A uno acepta y a otro rechaza, rechaza su adoración, y lo hace en el momento. Las Escrituras se encargan de adjetivar a Abel como “justo” (Mt. 23:35; Heb. 11:4), evidentemente por su adoración. En cambio a Caín no se lo cataloga igual. Desde la perspectiva del texto estudiado podemos concluir:
Primero, la adoración teocéntrica. Los dos hijos de Adán y Eva no presentaron ofrendas a ningún ser, astro o cosa creada, sino solo a YHWH, lo que pone en manifiesto la religión monoteísta de los pioneros de la humanidad. Esta es la esencia de la adoración, la adoración debe ser dirigida y presentada a Dios, a esto le denominamos, adoración teocéntrica exclusiva.
Segundo, la adoración como obediencia a su voluntad. El segundo principio es evidente al ver la actitud de los adoradores al presentar sus ofrendas, es notable que los padres de estos hombres habían instruido de cómo debían adorar a Dios, así, el segundo principio es el de que no hay “maneras” de adorar a Dios sino una “manera” y esa es: en respuesta a la voluntad divina.
Tercero, el Adorado evalúa la adoración que recibe. Finalmente toda adoración es evaluada por YHWH. Les muestra su agrado y desagrado en respuesta de la adoración recibida y les comunica su veredicto. Así, es evidente un marcado cuadro de “conflicto entre la verdadera y falsa adoración”. La verdadera adoración representada por Abel y la falsa a través de los actos de Caín. De esta manera, existe un conflicto porque por adorar de manera adecuada a YHWH, Caín  (que representa a los hijos de los hombres o de Satanás) actúa perversamente contra Abel.  En el marco del Gran Conflicto los adoradores fieles de YHWH serán perseguidos y hasta sometidos a muerte (ej. Dn. 7:25 cf. Mt. 5: 10,11; 24: 9,10), se puede entonces ver un símil minúsculo del gran conflicto a través de la adoración de estos dos hijos de Adán.

Conclusiones
Somos llamados a evitar que el postmodernismo haga de las suyas en el rebaño que Dios nos ha dado. Cuando hagamos un plan de acción misionero, programa de culto, reunión, campamento, y cualquier otra actividad, no nos concentremos tanto en el hombre sino en Dios, pues  al centrar nuestros cultos en el hombre fácilmente se convertirá en un “culto a la carta”. Así como Abel, siguió los lineamientos de Dios, pero Caín simplemente los desobedeció poniendo sus criterios o su “estilo propio”, y fue esa su perdición. Entonces sí importa la forma, aunque algunos no lo vean así. .Ahora no es el fin de este artículo desanimar a la realización de un culto inspirador y bonito, al contrario, sin embargo la prioridad debe ser Dios, pues él se merece toda la adoración por los siglos de los siglos Amén.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


miércoles, 18 de abril de 2012

Dios busca y el hombre se esconde...



"Pero Dios el SEÑOR llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí" (Gn. 3:9,10).


El texto citado es probablemente uno de los más utilizados para fines homiléticos, especialmente en sermones evangelísticos o de llamados a aceptar a Jesús como nuestro salvador personal. No obstante, el capítulo 3 de Génesis guarda entre líneas mensajes transcendentales para nuestra edificación en la vida cristiana. De modo que el propósito del mensaje de hoy es sencillamente mostrar sino recordar una vez más que Dios siempre buscó al hombre y muy por el contrario, el hombre, por su naturaleza siempre se escondió de Dios por temor.

Desde el Génesis mosaico al Apocalipsis juanino la búsqueda de Dios por la humanidad caída en el fango del pecado es una constante, Dios va en busca de sus hijos, como en el verso de hoy. En el libro de Éxodo Dios busca a su pueblo para librarlos de la esclavitud en Egipto. La venida del Mesías, Cristo mismo lo dijo en expreso: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10). No hay duda pues que Dios siempre buscó al hombre perdido. Pero, ¿qué del hombre? ¿el hombre buscó a Dios? La Biblia muestra la triste y cruda realidad: el hombre siempre huyó de la presencia de Dios, se escondió de los caminos de Dios para ir por caminos escabrosos y caóticos. Eso pasó con Adán y Eva, Caín y “los hijos de los hombres”, en fin, por naturaleza, el hombre se escondió de Dios.

Sin embargo, ¿no sucede hoy la misma dinámica de antaño allá en el Edén donde Dios busca y el hombre se esconde para huir de miedo? ¿No es Dios quien sigue buscando a la humanidad mientras ella hace caso omiso al llamado de amor? ¿No sigue llamando con voz de amor Dios al hombre sumergido a más en la desgracia del error mientras el hombre tal vez sin saberlo rechaza vez tras vez la invitación?

La Biblia dice en Apocalipsis: “Mira yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo” (Apoc. 3:20). Es sin lugar a dudas una invitación sublime. El temor es normal, es natural, cuando uno está lejos de Dios todo lo que esté relacionado con asuntos espirituales simplemente va a ser considerado como demasiado santo como para que un individuo ahogándose en la lepra del pecado sea digno de ser parte de ello.

Hay personas que viven sin esperanza y tienen miedo a Dios. Tienen miedo a ir a la iglesia y ser los culpables de que Dios “mande” un terremoto y destruya la iglesia por culpa de los pecadores. Nada de ello tiene asidero en la Biblia. Dios está con los brazos abiertos esperando como antaño a que te des cuenta de que tu temor es inconsistente, que tu temor y miedo no tiene razón pues no hay motivos. Dios te ofrece la paz, la esperanza y el amor… Dios quiere que dejes ese vestido de “hojas de higuera”, ese vestido simple y pasajero, efímero y desechable para ponerte ese vestido de justicia que Dios mismo preparó con sus manos hecho del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Gn. 3:21 cf. Jn. 1:29). Cuando nos sentimos desnudos, descubiertos y desenmascarados nuestra naturaleza, la condición del hombre hace vernos “sucios” y nos escondemos de Dios, para vestirnos de cosas que pasan, como por ejemplo, los vicios, el trabajo, las diversiones, etc… pero ellas pasan, se “marchitan” como las “hojas de higuera” y tarde o temprano sentiremos que estamos “desnudos” otra vez.

Hoy es el día, vayamos con fe. Vayamos seguros de que Dios nos sigue buscando como antes mucho más. La decisión es únicamente tuya.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

¿“Mejor solo que mal acompañado”?



““Y dijo Dios el Señor: “no es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda idónea” (Gn. 2:18).

     Es probable que hayas escuchado una y otra vez esta famosa declaración: “mejor solo que mal acompañado”, aunque parezca fuera de lugar al contrastarlo con el verso bíblico (Gn. 2:18), en realidad algo de razón tiene. No por el hecho de que no es bueno que vivir en soledad, te vas a involucrar con cualquier persona, muy por el contrario, debemos buscar un o una compañera que sea la “idónea”. Veamos algunos aspectos en base al texto bíblico leído:

1.   Cuando la Biblia utiliza el término hombre, está refiriéndose a varón y mujer, pues la palabra en hebreo es “adam” que significa humanidad. Así que no es bueno que el hombre esté solo así como también no es bueno que la mujer esté sola. Y los estudios detallan que no existen personas que logren ser felices viviendo en soledad. Dios nos creó para vivir en comunidad.
2.    Adán fue creado primero, pero eso no significa que fuera el más importante, aunque algunos enseñan y creen que es así. Si se analiza la creación de Dios en esa semana, podremos darnos cuenta de que Dios creó de lo menos importante a lo más importante. Por ejemplo el día sexto creó a los animales, después a Adán y por último a Eva, es decir que de acuerdo a esto Eva se convertiría en la “corona de la creación”.
3.    Por lo tanto, es ajeno al pensamiento bíblico toda idea de “machismo” y de superioridad del hombre sobre la mujer, tal es “satanismo”.
4.    De igual modo, la idea de “feminismo”, viene a ser igual de satánica. Dios no desea que sus hijos se sientan superiores ni mucho menos inferiores, muy por el contrario debemos entender que somos iguales a los ojos de Dios. La idea de superioridad es simplemente anti-bíblico.
5.    Es por ello que Dios crea a la mujer de las “costilla” de Adán para ser una compañera, no de la cabeza para que domine al varón, ni del los pies para que sea pisoteada por el varón, sino que lejos de ello, fue creada del “costado” de Adán para vivir a su lado y ser su compañera.

6.    Cuando la Biblia menciona la palabra ayuda, no se refiere a un “ayudante“, ni mucho menos a alguien que sea un “sirviente”. La palabra “ayuda” viene del original hebreo kenegdo que significa literalmente “contra él”, pero en el contexto del texto aparece junto a otra palabra hebrea ezer “ayuda”, esta palabra se usa en la Biblia en ocasiones dramáticas y caóticas del pueblo de Israel. En otras palabras “cuando Dios lleva consuelo y ayuda, auxilio a su pueblo en problemas” (Dt. 33:26), en ese caso un “fuerte” ayuda a uno más “débil”, de allí que se dice que la mujer es más fuerte que el varón.
7.    Pero ¿qué significa entonces “ezer kenegdo” o “ayuda contra él (diferente)”? Significa que la mujer es un auxilio para el hombre que estaba solo y desamparado y Dios le hizo una “ayuda diferente” que sea su complemento, su equilibrio. De allí que no está bien decir “polos opuestos” sino “polos complementarios”.
8.    La pregunta del millón sería: “¿porqué no los creó juntos?”, porque Dios en su sabiduría quería mostrarle a Adán o al varón que no es nada bueno estar solo, y que él sintiera la necesidad, el hambre de una compañera. Y así fue cuando el primer trabajo de Adán fue terminado (el de poner nombres a los animales), Adán había visto que todos tenían parejas menos él. Se sintió solo, desesperado, en problemas y tal vez le dijo a Dios: “¿Señor no hay una pareja para mi como para los animales?”. Fue entonces que Dios le dio lo que necesitaba. Una ayuda idónea, un auxilio, ¿alguien más fuerte que él? Tal vez.

Conclusión
1.   Dios no pudo equivocarse. Y todo lo hizo hermoso y bueno. Desde esa perspectiva, debes casarte realmente. Ese es el plan de Dios, a menos que tengas el don de la continencia.
2.   ¿Por qué casarme? Por que es el plan de Dios “Dejarán padre y madre y se unirán (varón y mujer) y serán una sola carne” (Gn. 2:24).
3.   ¿Para qué casarme? Para vivir en complemento. Tanto el varón como la mujer son incompletos hasta unirse el uno al otro.
4.   ¿Con quién casarme? Ese es el tema siguiente. Que Dios te bendiga mucho. Ora mucho, recuerda que Dios trajo a Eva a Adán. Y Dios hará lo mismo en tu vida.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

martes, 17 de abril de 2012

Bueno en gran manera...!



“La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Entonces dijo Dios: “Haya luz”. Y hubo luz” (Gn.1:2,3).
            Aunque la sociedad postmoderna se empecine en argumentar que todo cuanto existe es simplemente producto del azar, al leer la Biblia puedo entender que esa idea es tan absurda y triste. Absurda porque cualquier niño podría darse cuenta que para todo hay un responsable, y triste porque no hay esperanza al creer de ese modo. Pero la gente de hoy vive así, con mucho conocimiento que no sabe en que creer,  va a la deriva, sin rumbo y dirección. Caminando al azar.
            El texto de hoy es categórico, la tierra estaba en un completo desastre, sin nada, “vacía y desordenada”, esa es la condición del planeta tierra, un mundo triste, ¿cuánto tiempo estuvo así? no lo sé, es probable que mucho tiempo, según algunos eruditos. Pero, ¿cómo te imaginas un mundo desordenado y vacío?
La palabra desordenada en hebreo es Tohú y significa sin forma, sin sentido, sin objetivo, nada, sin razón; y la palabra vacía en su idioma original es wabohú y significa sólo, sediento, necesitado, hueco. Definitivamente, ese no era el mundo que Dios ideó, y con certeza pues, Dios hizo de un mundo desordenado y vacío, un mundo bueno en gran manera (v. 31). ¡Qué maravilloso! Dios dijo y fue, ¡qué poder…!
No obstante, ¿Ya viste las noticias de hoy? No necesitas hacerlo para saber que allá fuera de tu casa hay muchas vidas que se encuentra tal como el mundo antes de la intervención poderosa de Dios: desordenados y vacíos. Pero, ¿tú?, Te has sentido así alguna vez, sin sentido en la vida, solitario, necesitado. Está leyendo acaso, alguien que se siente así, solo, triste, vacío, sin objetivos en la vida. Es probable que sientas que tu vida está en esa condición: desordenada y vacía, si es así, te invito a leer el verso 31, ¿qué dice? Y vio Dios y todo era bueno en gran manera. ¿Te das cuenta? Si Dios tuvo el poder para actuar en un mundo desordenado y vacío y dejarlo bueno en gran manera, te pregunto ¿Podrá hacerlo en tu vida? ¡Claro! Ve a Él, no dudes, Él te está esperando.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

En el principio Dios...!


“En el Principio Dios creó Dios los cielos y la tierra” (Gn.1:1)

El primer verso de la Biblia es más que importante al empezar una lectura de la Biblia. El versículo declara: “En el principio…”, la palabra “principio” en el idioma hebreo es la combinación de dos vocablos: La preposición beh (en) y el sustantivo rosht (cabeza), literalmente significaría “en la cabeza”. No obstante las traducciones prefieren un lenguaje más sencillo, y han traducido: en el principio, inicio, comienzo, génesis, empiezo, etc. ¡Qué interesante verdad! En la cabeza, Dios… La Biblia también enseña que Cristo es la cabeza de la iglesia, y de todo hombre (1Cor. 11:3).
En los tiempos bíblicos, la cabeza  era símbolo de prioridad, importancia, primer lugar, autoridad, poder, jefe, capitán, etc. Por ello, incluso la Biblia, nos dice que debemos ser cabeza y no cola (Dt. 28:13).
Hoy que es el primer día de lectura del libro, te pregunto, ¿Es Dios la cabeza de tu vida? ¿Es Dios la prioridad de tu familia? ¿Es Dios la el capitán de tu trabajo,  lo más importante  en tus estudios, tu cargo en la iglesia, y hasta de tu dinero? ¿Dios es la cabeza en tus planes, proyectos y  sueños? Es probable que durante estos días pasados hayas experimentado bajas en algún o varios aspectos de tu vida. Y Dios no fue en nada, la cabeza de tu vida, el principio, lo más importante, no fue la prioridad de tu vida, el jefe de tu familia, lo más importante en tu vida, tus planes y proyectos.
Era un 31 de diciembre a las 11:45 de la noche cuando el timbre dio aviso que alguien llamaba a la puerta. Era nada más y nada menos que un dirigente muy admirable en la iglesia que pastoreaba, en fuerte llanto me abrazó y dijo: “¡soy un desastre! jamás imaginé llegar a donde me encuentro, quisiera morirme hoy mismo, pues no vale la pena seguir viviendo así” Le miré fijamente a los ojos que se mostraban desesperados y tan angustiados, y le dije: “Sí vale la pena seguir viviendo hermano, estás vivo, y eso quiere decir que hoy puedes empezar de nuevo, Dios te tiene aún en sus planes…”. Si Dios no ha sido la cabeza de tu vida en este año, no te angusties, mírate, estás vivo, estás respirando y eso indica que Dios te da una oportunidad nueva, ve a él hoy mismo, ve tal como estás, y pídele él sea este año nuevo la cabeza de tu vida, la prioridad de tu vida. No dudes más, él te está esperando.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


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