lunes, 3 de mayo de 2021

SOMOS SAL Y SOMOS LUZ, sermón vivido y sermón hablado - Mateo 5: 13-16

Somos llamados a cumplir la misión de predicar el evangelio de Cristo a todo aquél que nos rodea. Pedro dijo: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9). Claramente fuimos llamados de más tinieblas a su luz admirable PARA ANUNCIAR LAS VIRTUDES, para anunciar el evangelio. Ésta es la tarea de cada discípulo de Cristo, no hay otra.


El texto de hoy, dice lo siguiente: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:13, 14). Jesús NO dijo que somos “como” la SAL  ni “como” la LUZ, no dijo que somos “semejantes”, “parecidos” a la sal y luz, no. Jesús dijo: “USTEDES SON LA SAL Y USTEDES SON LA LUZ”. Hoy responderemos tres preguntas, para entender mejor el texto:


1. ¿QUÉ IMPLICA SER SAL? La sal es un elemento vital en la alimentación del ser humano a través de la historia. Se cuenta que los soldados romanos muchas veces eran pagados con sal en vez de dinero. De ahí viene la palabra SALARIO (como sueldo). En los tiempos de Jesús, así como en nuestros tiempos,  la sal servía para varias cosas, por ejemplo: (1) servía para dar sabor a las comidas, y (2) servía para preservar los alimentos. No había refrigeradoras. En ese contexto, Jesús nos dice que somos sal porque debemos “darle” sabor a un mundo insípido, sin esperanza, sin amor. Nuestra presencia debe ser una bendición en el lugar donde estemos. Sin embrago, como sal, también somos llamados a preservar con nuestro ejemplo las verdades bíblicas, las enseñanzas que el mundo actualmente relativiza. Esto se puede resumir en que somos sal para dar un BUEN TESTIMONIO EN NUESTRAS VIDAS, este es el sermón VIVIDO.


2. QUÉ IMPLICA SER LUZ? La luz era otro elemento vital en la vida de los seres humanos. Al igual que la sal, muchas personas eran pagadas con aceite. No todas las personas podían invitar a cenar porque no todos tenían recursos suficientes para alumbrar una casa o una cena. Las cenas eran muy especiales. Por eso en la Biblia Jesús no habló  de almuerzos o desayunos para enseñarnos sobre una reunión especial, sino de cenas. Y el aceite era clave. Por eso Jesús nos dice que somos la LUZ. ¿Por qué? Porque la luz sirve, entre muchas cosas, para: (1) alumbrar el camino, (2) darnos seguridad. En ese contexto Jesús nos llama a ser personas que alumbren el camino de muchas personas que andan rumbo a la perdición. Se lastiman por falta de luz, lloran y se hacen daño porque no tiene luz. Y ahí estamos nosotros para mostrarles la luz de evangelio. Abrir la Biblia y señalarles qué norte deben seguir. Sin embargo, también estamos llamados a darles seguridad del mensaje. No es un mensaje personal, es el mensaje de Cristo. Es un mensaje verdadero por eso es la Palabra más segura. Esto podríamos resumir en que somos LUZ porque fuimos llamados a PREDICAR a través de un libro misionero, la radio, las redes sociales, un curso bíblico, etc. ESTO ES LA PREDICACIÓN HABLADA, el sermón HABLADO.


3. ¿POR QUÉ PRIMERO DIJO QUE SEAMOS SAL Y DESPUÉS QUE SEAMOS LUZ? Cuando Jesús dice algo lo dice con un propósito específico. ¿Por qué primero sal y después luz?. Porque Dios quiere que antes de ANUNCIAR A VOZ EN CUELLO (ser luz), primero debemos ANUNCIARLO EN NUESTRAS VIDAS, con nuestro ejemplo, con nuestro TESTIMONIO PERSONAL (ser sal). La gente debe ser impactada por nuestro buen testimonio, y después será fácil que se impacten por la Palabra de Dios. Sucede que muchas veces podemos hablar bonito, pero la malogramos cuando damos un mal ejemplo, un mal testimonio.


Hoy es un nuevo día. No es fácil ser sal. Es más fácil ser luz. Es más fácil salir con libros misioneros, postear versículos  pensamientos bonitos en nuestras redes sociales... pero lo estropeamos todo cuando nuestras vidas hacen todo lo contrario a lo que enseñamos. Y esto fue así siempre. Los escribas y fariseos hablaban bonito pero vivían feito. A veces somos piedras de tropiezo para las demás personas. Analicemos nuestras vidas, y pidamos perdón a Dios por no ser esa sal que él quiera que seamos. Y quizás algunos ni son sal, y tampoco luz.


Pr. Heyssen Cordero Maraví 


#rpSp #PrimeroDios #MensajesDeEsperanza

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