lunes, 28 de diciembre de 2020

SOLO UN REMANENTE SERÁ SALVO - Ezequiel 6:8



El pueblo de Israel era terco de corazón. ¿Cuántos profetas y mensajes habían recibido de parte de Dios? ¿Cuántas oportunidades? Y el pueblo de Dios jamás entendió lo que Dios quería para ellos, la razón era simple: Los mensajes de Dios por medio de sus profetas no eran compatibles con sus planes personales. “En vez de reconocer a Dios y hacer caso a sus revelaciones, los hijos de Israel hacían "escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio" (2 Crón. 36:16).


Pero “Por medio de la dura adversidad, el pueblo de Dios había de aprender lo que no había aprendido en tiempos de prosperidad” (DTG, p. 20). Fueron entregados como cautivos y sufrieron más duras consecuencias de desobedecer a los mandatos divinos. ¿Tan terco es el ser humano para hacer su propia voluntad en vez de seguir la dirección de Dios? ¿Era necesario que pasen por días crudos para recién ver qué Dios tenía razón? 

Sin embargo, cuando pareciera que “todos doblaron sus rodillas tras dioses falsos”, y todos los israelitas desobedecieron a Dios y fueron rebeldes, o cuando todo el pueblo de Dios fue idólatra y terco de corazón, hay un mensaje claro: “Mas dejaré un resto, de modo que tengáis entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seáis esparcidos por las tierras” (v.8). ¡Un remanente! Sí, aquellos que no han doblados sus rodillas ante dioses falsos, aquellos que “guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12), los que prefieren “obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29). Un remanente, solo una parte pequeña de todo un pueblo escogido, será librado de la muerte y destrucción para ser salvos.

Pablo diría a los Romanos: “ Isaías también exclama en cuanto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, solo el remanente será salvo” (Romanos 9:27). Así fue desde el principio. De Egipto salieron 603 550 israelitas mayores de veinte años (hombres de guerra) y solo 02 entraron a la tierra prometida. Los demás “quedaron tendidos (murieron) en el desierto porque Dios no se agradó de ellos” (1 Corintios 10:5). Y así será en el fin de los tiempos. Claramente no todos los que profesan ser el pueblo de Dios serán salvos. En necesario recordar que todos aquellos que menosprecian el mensaje de Dios, el evangelio eterno, serán juzgados por Dios para perdición. En cambio, aquellos que valoran y aceptan, viven en obediencia a los mandatos divinos, serán salvos de la destrucción final.

Hoy es un nuevo día. ¿Cómo consideras a los mensajes de Dios? ¿Los consideras como mandatos o como recomendaciones opcionales? Hoy tenemos a la Biblia como mensajes directos de Dios para nosotros. No sirve de mucho si la Biblia es para ti un conjunto de consejos sugerentes y opcionales. Es necesario aceptarlos como nuestra única regla de autoridad y fe. ¿Qué te parece? En este punto radica los que son y no son parte del pueblo de Dios.

¡Feliz día!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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¡CUMPLE TU MISIÓN! - EZEQUIEL 5:5



Imagina a un médico que no cura enfermos, o un profesor que no enseña a sus alumnos. ¿Raro verdad? ¿Qué pensarías? Que ellos ¡no están cumpliendo su misión! Pues eso pasó con el pueblo de Israel, el pueblo de Dios librado de tierras de esclavitud para ser evangelistas. Dios había llamado a Israel para ser luz en medio del mundo oscuro, pero ellos, por su rebeldía no cumplieron la misión e hicieron las cosas a su manera, viviendo una vida como la de sus vecinos cannaneos. 


En Canaán Dios bendijo a la descendencia de Abraham para ser un referente de la humanidad. El texto de hoy dice: “Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella” (v.5). En palabras simples: Dios quería que Israel sea la sede del campo Misionero. Que sea una luz para la humanidad. Pero los israelitas, movidos por su terquedad y dureza de corazón se desviaron y no cumplieron esa misión. 

Dios permitió que pueblo de Israel se desarrolle en el “creciente fértil” del Antiguo Cercano Oriente. Israel era, por su ubicación, un país estratégico para el comercio y un lugar obligatorio para ser transitado. Sin embargo, el pueblo de Israel no cumplió esa misión. Lejos de ser evangelistas para los demás pueblos, se contaminaron y quebrantaron los mandamientos de Dios y sus estatutos tirándolos por los suelos, para ir tras dioses falsos.

Dios otorgó todas las facilidades para que Israel cumpla la misión con creces, pero ellos fueron desobedientes. Y por eso, Dios emite juicio contra su propio pueblo, ¿la razón? NO CUMPLIERON LA MISIÓN, no fueron luz sino que se contaminaron. Por lo tanto, Dios los entregaría a los babilonios y ellos serían juzgados con “cuchillo agudo” (v.1) que representaban a los juicios de Dios a través de Nabucodonosor. 

Hoy es un nuevo día. Recuerda que Dios te llamó y me llamó para cumplir una misión. Nos ubicó estratégicamente en medio de una ciudad, en una familia, en un trabajo para ser “luz de este mundo”, para cumplir una misión. Todo lo que Dios hizo, hace y hará tiene ese propósito. Él no nos ha dejado otra misión, solo la de evangelizar, predicar, anunciar el evangelio. Y esto a nivel congregacional e individual. ¿Qué harás? ¿Cumplirás la misión? La decisión es solo tuya. 

Ah, preguntas ¿cómo lo harás? Simple: Toma tu Biblia, enseña la Biblia a los tuyos, da un estudio bíblico a los que te rodean. No necesitas ir a la China 🇨🇳 para cumplir la misión, tampoco debes ir a la ventana 10/40; sería genial, pero empieza por tu casa, por los tuyos, así como el gadareno de la Biblia (Marcos 5:1-18). ¡Vamos que se puede!

¡Feliz día!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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¿CÓMO MÁS TE LO EXPLICO? - Ezequiel 4

¿Cuántas veces y de cuántas maneras nos ha hablado Dios? En esta ocasión Dios usa una escenificación (tipo de ilustración) para hablar a su pueblo. Las ilustraciones tienen el objetivo de clarificar un mensaje y hacerlo más entendible. En la Biblia Dios usó muchas ilustraciones para presentar una verdad a su pueblo, y en el ministerio de Jesús, las ilustraciones fueron parte importante en sus mensajes. En el capítulo de hoy, Dios le dice al profeta que debía escenificar el sitio de Jerusalén (v.2).


Imagina que recibes el llamado de Dios para ser un profeta, un Evangelista, y pregonero del evangelio y cuando estás listo a empezar tu obra, Dios te dice que debes escenificar por 430 días una obra que simboliza el sitio o destrucción de Judá.

¿Era necesario todo ese espectáculo? ¿No había otra forma de presentar la Palabra de Dios o la profecía?. Imagina a Ezequiel diciendo: “Señor, yo quería predicar el evangelio, ¿y ahora me dices que debo “actuar”? Yo no sé actuar. Me parece un poco infantil que yo haga toda esa escena para que tu pueblo entienda. Tengo otro un plan o estrategia diferente.” Felizmente no somos Ezequiel, y es que el profeta HIZO CONFORME A LO QUE DIOS LE MANDÓ. Y esto es lo que convierte a un ser humano de carne y hueso en un hijo de Dios: LA OBEDIENCIA.

El capítulo de hoy tiene varias lecciones, pero lo que realmente me llamó la atención es la OBEDIENCIA y PACIENCIA del profeta para hacer una escenificación por 430 días (390 + 40 días), echado a los lados de una especie de maqueta de la ciudad de Jerusalén, y comiendo pan cocido con estiércol de animal. Definitivamente, una cosa desagradable. 

El capítulo anterior Ezequiel había aceptado cumplir la misión con pasión, entre los hijos de Judá, que eran tercos y rebeldes. Y hoy vimos a cuánto puede llegar el amor de Dios por su pueblo en hacer cosas aparentemente ilógicas con el solo propósito de que su pueblo entienda. Les habla “cómo para niños”, les explica con “peritas y manzanitas”, todo con el objetivo de decirles que se vuelvan de sus malos caminos y anden en la justicia porque sino, la destrucción será terrible.

¿De qué maneras más quieres que el Señor te hable? O como dirían las madres acá en Perú: “Te he hablado miles de veces y de muchas formas”. Dios nos habla por este post, un video, un libro, la radio, un predicador, etc etc etc. El mensaje es el mismo: Arrepiéntete y anda en el camino de la verdad y justicia, sino, serás destruido. Y no importarán los muros ni nada, porque así como para el profeta toda la ciudad era una simple maqueta, todo lo que existe en este mundo es a penas simple, que con un terremoto o un desastre natural lo imponente de los edificios y cuentas bancarias resultan nada. Sí, absolutamente nada.

Hoy es un nuevo día. Hoy es una linda oportunidad para SER OBEDIENTE a lo que Dios me pide como profeta, como predicador, como líder o maestro. Y a ser OBEDIENTE a los mensajes que Dios me da de muchas maneras y formas. ¿Amén?

¡Feliz día!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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EL ATALAYA ANUNCIA, EL ESPÍRITU SANTO CONVENCE - Ezequiel 3

¿Quién tiene la culpa? Hay una calle peligrosa, donde hay ladrones que asaltan, golpean y roban. Tú conoces esa calle y sabes de esos peligros. Se presentan tres casos imaginarios:


Caso 1: Viene una persona, de los más normal y cuando está a punto de ingresar por esa calle peligrosa, tú le dices: “No vayas por ahí”, y le cuentas las razones del porqué no debe ir por ese camino. La persona HACE CASO A TU CONSEJO, no va por ese camino porque cree en tu mensaje y te dice: “Gracias por avisarme”. La persona va por otro camino y no le pasa nada. 

Caso 2: Viene otra persona de lo más normal, y cuando está a punto de ingresar por esa calle peligrosa, TÚ NO LE AVISAS de los peligros de calle, y no le dices nada por hallarte durmiendo o distraído con tus cosas. La persona pasa por ese lugar, los asaltantes lo golpean y le roban. ¿Quién tiene la culpa?

Caso 3: Viene una tercera persona de lo más normal y cuando está a punto de ingresar por esa calle peligrosa, tú le dices: “No vayas por ahí”, y le cuentas las razones del porqué no debe ir por ese camino. La persona ignora tu consejo y haciendo alarde de su experiencia y su fuerza te dice: “No me va a pasar nada”. Finalmente pasa por ese lugar y los ladrones lo asaltan, lo golpean y roban. ¿Quién tiene la culpa?

¿Quién tiene la culpa? El primer caso es ideal. El atalaya anunció el peligro y la persona hizo caso. Por lo tanto, no pasó nada malo. En el segundo caso, la culpa es del atalaya porque no le avisó de los peligros y la persona fue asaltada. Y en el tercer caso, el culpable no es el atalaya sino la persona porque el atalaya anunció, solo que la persona hizo caso omiso.

El capítulo 3 de Ezequiel destaca entre varias lecciones el papel de un profeta como atalaya. ¿Quién es un atalaya? “Es un hombre destinado a registrar desde la atalaya (Cualquier posición - Torre/Vigía de una fortaleza - elevada desde donde se puede vigilar lo que ocurre) y avisar de lo que descubre”. Un atalaya anunciaba los peligros que asechaban a su ciudad o reino. Podían ver los peligros fuera de sus murallas y cuando avizoraban los peligros gritaban a voz en cuello o con trompetas para llamar la atención, de modo que el pueblo y ejército se preparara para una batalla o ataque.

En este capítulo podemos destacar tres lecciones:

1. UN ATALAYA “COME DEL LIBRO”. Un atalaya anuncia los peligros que han de acontecer. Y lo interesante de este asunto es que esos peligros están escritos en la Biblia en la actualidad. Por ello el texto dice: “come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla” (v.1). No podemos ser atalayas de nuestras propias opiniones y creencias. No diremos “yo opino”, “yo creo”, “yo pienso”, sino ASÍ DICE JEHOVÁ. La palabra de Dios debe ser levantaba para anunciar lo que acontecerá. Por eso debemos “COMER”, alimentarnos de la Biblia.

2. UN ATALAYA ES GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO. Es interesante notar que Ezequiel destaca una labor activa del Espíritu Santo. Y es que una vez más debemos entender o recordar que la tarea evangelística es una labor espiritual y por lo tanto debemos depender completamente del Espíritu Santo. El texto dice: “Y me levantó el Espíritu (vrs. 12, 14). No pretendamos vivir una vida poderosa como evangelistas ni atalayas sin la dependencia del Espíritu Santo.

3. UN ATALAYA ANUNCIA, NO CONVENCE. Del verso 16 al 21, podemos notar con claridad que la labor del atalaya no es convencer. SINO ANUNCIAR. Un Evangelista no debe estresarse en la conversión de las personas. Debemos apasionarnos en anunciar, predicar, evangelizar, pero la CONVERSIÓN es un tarea del Espíritu Santo. Solo debemos cumplir nuestra parte fielmente. Nada más y nada menos. Porque las personas tienen derecho a salvarse, pero también tienen derecho a perderse. Por lo tanto, de ahí la gran dependencia que necesitamos del Espíritu Santo.

¡Hoy es un nuevo día! Dios nos ha llamado como atalayas, como evangelistas. Que podamos “comer” de la Biblia, depender y ser guiados por el Espíritu Santo y entender que la obra de la conversión le corresponde a Dios, nosotros somos instrumentos.

¡Que Dios te bendiga!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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NO HAY LLAMADO SIN MISIÓN - Ezequiel 2


Todo llamado en la Biblia implica el cumplimiento de la misión. NO HAY LLAMADO DE DIOS SIN MISIÓN PARA SU PUEBLO. Esto es más que evidente en el capítulo de hoy. Dios llama a Ezequiel, y lo llama para cumplir una misión profética en Israel.

¿Cómo debía cumplir esa misión? La Biblia es clara en este detalle y presenta algunas lecciones en el capítulo de hoy:

1. ORACIÓN. “Levántate y hablaré contigo” (v.1). No hay manera de ser un predicador o Evang
elista si permaneces sentado. Necesitas levantarte, ponerte sobre tus pies, esto es acción. Hechos, no solo Palabras. Levántate a orar. Necesitamos de una comunicación estrecha con Dios.


2. ESPÍRITU SANTO. “Entró el Espíritu en mí” (v.2). La predicación del evangelio o la obra evangelística es una labor espiritual y como tal necesitamos depender del Espíritu Santo. Sin el poder del Espíritu Santo nuestra predicación será hueca, vacía, sin fuerza ni influencia.

3. ACCIÓN. “Yo pues te envío” (v.3). La misión implica acción. Tienes que estar dispuesto a ir. Esto es ir de un lugar a otro. Estar dispuesto a dejar la comodidad de la vida para ir a un lugar donde quizás no haya las facilidades que hoy vives con el objetivo de predicar el evangelio.

4. LA PALABRA DE DIOS. “Y les dirás: “Así ha dicho Jehová “ (v.4). El Evangelista no debe hablar sus opiniones o sus creencias. No. Debe hablar lo que Dios ha dicho. Justamente por eso se le llama obra profética, no porque vaya a decir oráculos o profecías netamente sino porque un profeta decía lo que Dios le mandaba. Es decir, hablaba La PALABRA DE DIOS.

5. VALENTÍA. “No tengas miedo [....] aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones” (v.6). Cumplir la misión jamás fue fácil. Juan el Bautista murió decapitado, 10 de los doce discípulos murieron como mártires, Juan murió deportado en Patmos, los reformadores murieron por su fe. Por eso Dios dice: No tengas miedo. Y es que la misión es una tarea para valientes. Quizás hoy haya paz y sea una tarea sencilla sin persecuciones ni mayores pruebas, pero habrá un tiempo que esto será diferente. Aún así, quizás por la misma situación en la que vivimos, a veces sintamos que es difícil, con todo Dios también nos dice: No tengas miedo.

Hoy es un bueno día. Dios te llamó para cumplir la misión. Esta tarea no es opcional, es un imperativo. Necesitamos cumplir la misión porque de otro modo dice Dios: “Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde” (v.8). No seamos rebeldes, cumplamos la misión.

¡Feliz día!

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¿Por qué SEÑOR? - Ezequiel 1

Hay preguntas que nos resultan muy difíciles de responder, y respuestas que nos resultan difíciles entender. Eso es lo que vivía el pueblo de Israel. Estaban viviendo un vida triste en tierras extranjeras, oprimidos por los babilonios. ¿Se lo merecían? ¿Era Justo lo que les pasaba?

El libro de Ezequiel inicia con el llamado del profeta Ezequiel. Él se presenta como descendiente de Leví, hijo de Jacob, y por tanto un sacerdote de profesión. Como tal, su trabajo diario había consistido previamente en sacrificar, degollar y ofrecer los animales del sacrificio que le traían las personas al templo en Jerusalén. Como sacerdote, también era una guía moral y espiritual del pueblo, que enseñaba la ley de Dios y decidía sobre las disputas. Sin embargo, su labor sacerdotal se interrumpió violentamente cuando fue llevado como cautivo a Babilonia en la primera deportación de los judíos de Jerusalén en el año 605 a. C. 

En Babilonia, a la comunidad judía exiliada le agobiaban dos preguntas: “¿Dios ha sido injusto con nosotros?” y “¿qué hicimos para merecer esto?”. El Salmos 137:1-4 captura bien la desolación de estos judíos exiliados:

“Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña?”.

En el exilio en Babilonia, Ezequiel recibe un llamado impresionante de Dios. Como el llamado de Isaías (Isaías 6:1-8) el de Ezequiel comienza con una visión de Dios y concluye con el mandato de convertirse en profeta. 

1. DIOS SIGUE SIENDO DIOS. Es tan difícil ver a Dios cuando sentimos que vivimos una vida injusta. Cuando las cosas nos van mal. Cuando a todos le va bien menos a nosotros. O cuando los que actúan mal, pareciera que son más bendecidos que nosotros que luchamos por hacer las cosas bien. ¿Es Justo eso? ¿Era Justo lo que le estaba pasando al pueblo de Israel? Sin embargo, la visión tiene el objetivo de mostrar que Dios sigue siendo Dios. Sigue siendo el mismo que abrió el Mar Rojo para sacarlos de la esclavitud egipcia. El que fue capaz de darle la victoria a David sobre Goliat con una sola piedra, ese mismo Dios sigue siendo el Dios del pueblo de Israel. 

2. DIOS ESTÁ QL CONTROL DE TODO. Ahí cuando parece que Dios está lejano a la necesidad de su pueblo. Cuando el enemigo se burla de ellos haciéndolos vivir una vida lastimera, Ezequiel ve la gloria de Dios. En medio de ángeles se puede notar que Dios está al control de todo. Y aunque es difícil entender muchas cosas deben entender que Dios es real y que no hay nada que este fuera de su alcance.

¡Hoy es un nuevo día! Puede que estés pasando por una situación sombría y que s cosas estén de “capa caída”. Solo debes recordar, en medio de todo esta realidad que Dios sigue siendo el mismo de siempre y que está al control de todo. Y aunque no podamos entenderlo con facilidad, debes creer que Dios sabe lo que es mejor. Ánimo, solo debes aferrarte a Él.


Feliz día 


Pr. Heyssen Cordero Maraví 


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domingo, 13 de diciembre de 2020

LA SOBERBIA HACE TU VOLUNTAD, y tu voluntad te lleva al fracaso - Jeremías 48:29

 

El sabio Salomon dijo alguna vez “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12). Y es que muchas veces movido por nuestros sentimientos, nuestros conocimientos y hasta nuestras capacidades nos sentimos tan seguros, tan cómodos que nos creemos los súper poderosos e intocables. El capítulo 48 de Jeremías habla sobre el juicio contra la nación extranjera de Moab. ¿Quiénes eran los moabitas?
Los moabitas eran parientes históricos del pueblo hebreo: descendientes de Lot, sobrino de Abraham. Y que compartieron límites territoriales con la tribu de Rubén al norte de Canaán y fueron parte del reino de David, quien los sometió. Sin embargo, durante el reinado de Acab, cuando Ocozías ocupó el trono, un cierto Mesa (2 Reyes 3:2-27) se rebeló contra Israel y se independizó recuperando los territorios que antes le pertenecían a la tribu de Rubén. Los moabitas permanecieron, por muchos años, sin ningún conflicto armado, y quizás por su ubicación o por sus relaciones comerciales no tenían ningún tipo de problemas con otro reino. Mientras sus vecinos sufrían deportaciones y destrucciones, ellos se mantenían al margen. Eran “paganos”, idólatras, pero vivían una vida tranquila y cómoda.
Jeremías escribo por ello: “Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado” (Jeremías 48:11). Moab no había sufrido las desgracias y penurias propias de las guerras, no. Y por eso se sentían seguros y orgullosos de sus “buenas relaciones”.
El Pr. Marcos Souza, a través de su cuenta de twitter, destacó las siguientes características del pueblo de Moab que lo llevaron a la ruina:
Orgullo
Indiferencia
Vanagloria
Arrogancia
Vanidad
Materialismo
Violencia
Autoconfianza
Poder
Deshonestidad
Soberbia
Altivez
Idolatría
Y sí, esto es lo que en resumen refiere el profeta Jeremías al decir: “Hemos oído la soberbia de Moab que es muy soberbio, arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón” (Jeremías 48:29). Lo que el profeta está haciendo es un énfasis marcado de manera intencional al mencionar que Moab era “soberbio muy soberbio, y le añade “arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón”. Si Jeremías habría encontrado otros sinónimos creo que los hubiera usado sin dudarlo. ¿Tanto así? ¿Tan soberbios eran? ¿Pero soberbios de qué u orgullosos de qué?
1. SER UN PUEBLO NO CREYENTE EN DIOS Y NO SUFRIR COMO EL PUEBLO DE DIOS. Son aquellos amigos, vecinos y familiares que sienten que les van mejor sin Dios que con Él. Viven la vida a sus anchas, sin límites y sin restricciones. Y a pesar de hacer las cosas mal, son viven “bien”. Así como los moabitas, tienen raíces “adventistas, cristianas” porque sus padres, abuelos, bisabuelos, fueron, y de alguna manera u otra conocen, pero jamás fueron. Ellos son los moabitas.

2. SER UN PUEBLO QUE NO SE METE CON NADIE Y TIENE BUENAS RELACIONES. Los moabitas creían que por sus capacidades y por sus habilidades eran un pueblo libre de enemigos. Gozaban de buenas relaciones y por su ubicación geográfica era muy complicado que los pueblos enemigos los conquisten. Aún así, no tenían problemas con nadie. Tenían influencia. Así, muchos creen que por sus conocimientos, capacidades y habilidades están libres de problemas osados, presentes y futuros, ¿Dios? ¿Para qué? Bueno, Moab lo entendió tarde.
Jamás te sientas seguro de nada si Dios no está en tu vida. El orgullo te da una falsa seguridad, la soberbia te da una falsa perspectiva de la vida. Y cuando finalmente te das cuenta, ya es tarde. Jeremías describe que todas las ciudades, todas, serían destruidas... No ancles tu vida, tu familia ni tu futuro en tu parecer, tus opiniones ni tus “habilidades”. Ponte en las manos de Dios, ahí está la verdadera seguridad. No lo olvides.
¡Feliz día!
Pr. Heyssen Cordero Maraví

sábado, 12 de diciembre de 2020

LOS JUICIOS DE DIOS SON JUSTOS, ¡ALÉGRATE! - Jeremías 47


Jeremías dedica prácticamente 45 capítulos de su libro para predicar, animar y amonestar sobre los juicios de Dios a su pueblo. Sin embargo desde el capítulo 46 al 51, los mensajes de juicios son para las naciones extranjeras. Ayer vimos sobre Egipto, y el capítulo de hoy habla del juicio sobre los filisteos. ¿Quiénes eran los filisteos?
Los filisteos eran un pueblo que vivía a orillas del mar Mediterráneo, sin embargo tienen orígenes inciertos. Para el pueblo hebreo eran considerados como invasores. Se los conoce como grandes navegantes. Ellos se asentaron y extendieron a través de la tierra hacia el sur de Canaán (actualmente Cisjordania) y tuvieron diversos enfrentamientos y batallas con los israelitas por varias generaciones. Sin embargo, fue con David que este pueblo se hizo más notorio cuando peleó contra un campeón filisteo de nombre Goliat. A partir de ahí, los filisteos ya no son considerados como una amenaza seria (incluso en tiempos de Salomón los filisteos pagaban tributo a la corona de Israel) sino más bien como un pueblo idólatra y muy lejano a la voluntad de Dios, a tal punto que era desagradable a los ojos de Dios que algún israelita contrajera matrimonio con un filisteo (a) justamente porque ellos adoraban a dioses como Dagón, Baal y Astarté, además de no ser circuncidados.
¿Qué lecciones podemos destacar a la luz de la Biblia? Al menos dos:

1. LOS JUICIOS DE DIOS SON PARA TODOS. Todos seremos juzgados ante de Dios. Fue juzgado Israel, el pueblo de Dios y las naciones extranjeras, pueblos no creyentes e idolatras. En este caso los filisteos. Todos serán juzgados. No solo los que van a la iglesia, los que un día decidieron seguir a Jesús. La Biblia enseña que todos compareceremos ante Dios en el juicio (2 Corintios 5:10). Serás juzgado, creas en el juicio o no. Así de sencillo. Sin embargo, esos juicios son justos. Los juicios de Dios no son corruptos sino justos y perfectos. Esa es la buena noticia.

2. LOS JUCIOS DE DIOS SON SOBRE TODA OBRA, SEA BUENA O MALA. Esta es la pura realidad. Todas las obras no perdonadas serán llevados a juicio y tomados en nuestra contra. Los filisteos ahora eran juzgados por sus acciones contra el pueblo de Dios y contra la voluntad de Dios. Alguno puede decir, pero Heyssen, ¿cómo podían ser los filisteos obedientes a Dios si ellos no eran su pueblo? La respuesta es: ¿Y porqué creen que estaban cerca a Israel? ¿No habían visto cómo David con solo una pequeña piedra los derrotó? Los filisteos conocieron de cerca los milagros y el poder de Dios pero aún así seguían siendo idólatras y necios de corazón. Hay mucha gente que se perderá porque no quieren ver cómo actúa Dios en sus amigos, vecinos y familiares adventistas o cristianos (de ahí la gran importancia de el buen testimonio, amigos). Los filisteos tuvieron oportunidades pero no aprovecharon.

Los juicios de Dios son perfectos y justos. Jamás dudes. Acércate a Dios con la plena seguridad de que si te arrepientes hoy, si cambias de dirección y caminas en la senda correcta de Cristo, serás librado de la destrucción final en el día del juicio.
Cada día es una oportunidad nueva. ¿Estás respirando? Es la voz de Dios hablándote con amor: “Te amo, tengo un plan para ti. Hay algo que tienes que hacer aún”. Si por alguna razón no te sientes perdonado, el solo hecho de que hayas amanecido hoy es sinónimo de que Dios te pide que te acerques Él y estén a cuentas (Isaías 1:18).
¡Que Dios te bendiga!
Pr. Heyssen Cordero Maraví

jueves, 10 de diciembre de 2020

LA GRANDEZA DE DIOS VS. LA GRANDEZA DE LOS HOMBRES - Jeremías 45:5


Charles Haddon Spurgeon tenía dieciocho años, cuando solicitó ingreso al Regent’s Park College. La entrevista fue fijada y Spurgeon se levantó temprano y se dirigió al lugar. Pero debido a un mal entendido él perdió su cita y no fue admitido. Amargamente decepcionado, Charles caminó por un rato tratando de calmarse. Repentinamente Jeremías 45:5 vino a su mente: “¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques” Spurgeon nunca estudió en la universidad, pero él llego a ser el predicador más exitoso de Inglaterra. Hoy, pocos son los que desconocen quién es Charles Spurgeon, evangelista y escritor bautismos muy influyente en su tiempo y hasta hoy.

¿Qué es la grandeza humana comparada a la divina? Solemos correr en la vida buscando un éxito efímero, pasajero y limitado cuando Dios tiene para nosotros cosas mayores. Todos, de alguna manera u otra hasta hoy, sabemos quién es Baruc. ¿Qué grandeza le esperaba si habría alcanzado el honor en el reino de Sedequías? Si somos honestos, de ese rey solo recordamos cómo finalizó sus días.

¿Cuántas veces nos hemos decepcionado y hasta llorado porque las cosas no salieron como nos imaginábamos? Imagino así a Baruc. Todas sus metas y sueños personales, sus aspiraciones profesionales se esfumaron con Sedequías. ¿Qué hacer? ¿Rendirte? ¿Renegar? ¿Maldecir? Pero ahí, en ese momento agrio llega la Palabra de Dios ora consolar.

Si tuviéramos la capacidad de mirar el futuro como Dios lo hace, entenderíamos que lo que Dios quiere para nosotros es siempre mejor y que nuestros planes son simplemente eso: planes humanos y finitos. Es por ello que debemos aprender a buscar no la “grandeza” en seres humanos, en políticos, en líderes o jefes, sino en Dios. Y esa grandeza, no siempre será terrenal, aunque así como Spurgeon puede que sí. Pero la mayor grandeza es la vida ETERNA.

Jeremías le dijo: “¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques” (Jeremías 45:5). No te desesperes si las cosas no salieron como esperabas. No te estreses ni deprimas porque tus sueños y metas se esfumaron por alguna situación.

Es natural sentirse triste porque no se cumplieron tus sueños, pero recuerda, Dios tiene preparado algo más: La Vida eterna. Y esto no es fatalismo o facilismo humano, un “ya pues, ¿qué se hace?”, sino que es la verdad bíblica. Dios tiene algo mejor para ti. ¿En esta vida? Claro que sí. Jesús le dijo a Pedro: “Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna” (Mateo 19:29). ¡CIEN VECES MÁS, y la VIDA ETERNA! Dios tiene más para ti, solo e obediente.

¡Hoy es un nuevo día! Agradece a Dios por la vida, porque mientras hay vida hay oportunidad para hacer mejor las cosas.

¡Feliz día!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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LA CAÍDA NO ES UN SUCESO SINO UN PROCESO - Jeremías 44:16, 17


La actitud rebelde del pueblo judío frente a las Palabras de Jehová por medio del profeta Jeremías nos pueden parecer incomprensibles. ¿Qué clase de personas eran los judíos para ser tan tercos y obstinados? ¿Cómo entender a un pueblo que fue capaz de decirle a voz en cuello: “Jeremías, no haremos lo que nos dices, porque haremos los que nosotros creemos que es lo mejor”.

Quizás es muy difícil de entender si leemos solo el capítulo 44 de Jeremías; sin embargo, si vemos la historia y el recorrido del pueblo a través de los años veremos que esa actitud era recurrente. El pueblo era rebelde, desobediente, y gustaban hacer su propia voluntad. Y es que la caída no es un suceso sino un proceso, de poco a más, de menos a más. Empiezas con pequeñas decisiones... y finalmente un día dirás cómo los judíos: “La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo” (Jeremías 44:16, 17). ¡Triste, pero real! Literalmente le dicen que no harán caso a la Palabra de Dios sino que harán sus propia voluntad.
La pregunta que surge de manera natural es, ¿por qué? ¿por qué estaban dispuestos a hacer su propia voluntad ignorando la voluntad de Dios? Por al menos tres razones:
1. PORQUE NUNCA ABANDONARON “EGIPTO”. Podrían haber abandonado “Egipto” hace muchos años o que no siquiera hayan conocido Egipto geográficamente, pero sus costumbres, su vida era egipcia. ¿Cómo así? Por sus padres. Hábitos y costumbres, un estilo de vida judío mezclado con la egipcia. Una adoración egipcia. Porque eso también buscan ayuda en Egipto.
2. PORQUE SU IDOLATRÍA. Cuando a judíos argumentan la razón del porqué ofrecen inciensos a la “diosa de los cielos” (Astarté, esposa de Baal, según la cultura asiria o cananea), refieren: “Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos”(v.18). Podían estar yendo a los cultos, al tabernáculo de David o al templo de Salomón. Pero no entendían cómo era Dios. No podían entender sus caminos, en cambio, le atribuían la prosperidad y la bendición a una diosa falsa.
3. PORQUE EL PECADO NO SÉ DA DE LA NOCHE A LA MAÑANA. Todos los que un día cayeron no lo hicieron de la noche a la mañana. Las decisiones van definiendo nuestro mañana. La fidelidad se construye poco a poco. El pueblo judío ya había sido infiel en Jerusalén, y ahora hacia lo mismo en Egipto. La infidelidad no tiene que ver con lugares y circunstancias. El Fiel es fiel en lo poco y en lo mucho, y el infiel, de igual modo.
El pueblo de judío rechazó la voluntad de Dios, para seguir sus propias ideas, opiniones y gustos porque jamás abandonaron las obras egipcias, porque su idolatría los cegó y finalmente, porque eran infieles a sabiendas. Jamás pensemos que Dios emite juicio injusto. Dios es Justo. Por ello permite su destitución juntamente con Egipto.
Finalizó el día y la pregunta sería, ¿cómo estás tú? ¿qué decisiones estás tomando? ¿estás haciendo la voluntad de Dios o tu propia voluntad? Recuerda, la caída no es un suceso sino un proceso.
Que Dios te bendiga.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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