jueves, 23 de junio de 2022

¡NO TE OLVIDES DE DIOS! - DEUTERONOMIO 8



“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy” (Deuteronomio 8:11).

La caminata rumbo a casa, rumbo a la tierra prometida fue una caminata de milagros. Los israelitas fueron testigos de lo que significa ser un pueblo escogido por Dios. Ellos fueron testigos de hechos portentosos y extraordinarios que solo lo podría hacer alguien Divino. Durante 40 años caminaron por el desierto y fueron (1) alimentos por el cielo con el Maná, (2) hidratados con agua la roca, (3) vestidos con ropas que jamás “envejecieron”, (4) cuidados de hinchazón de pie por tanto caminar, y (5) protegidos de los enemigos en su viaje a Canaán. ¿Podríamos decir que su caminata fue milagrosa? Claro que sí, sin ninguna duda, su caminata fue dirigida por un Dios de milagros, de hechos portentosos, porque no hay nada imposible para Dios.


Del mismo, en nuestra travesía rumbo a Canaán Celestial, como iglesia, como familia y de manera personal, debemos entender que Dios nos sigue guiando, cuidado y dando victorias.


Sin embargo, es preciso señalar que todo el viaje de 40 años tenía un objetivo: Dios tenía que afligirlos y probarlos, con el objetivo de “saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos” (Deuteronomio 8:2). 


Las aflicciones de la vida cristiana, son permitidas por Dios porque de ese modo, a través de ellas, podemos ser “purificados” como el oro. Nosotros somos toscos, imperfectos, bruscos, así salimos de Egipto, pero las aflicciones nos “limpian”, nos “refinan”, y nos hacen más aptos para vivir en Canaán. 


Por otro lado, las pruebas de la vida cristiana, son permitidas por Dios porque por medio de ellas, podemos ser fortalecidos. Las aflicciones nos purifican, pero las pruebas nos prepararon, nos hacen fuertes, son entrenamientos o niveles que debemos superar para que al final seamos aptos, fuertes y maduros para vivir en Canaán.


Finalmente, hay un consejos que Dios nos da, a través de Moisés:


CUÍDATE DE NO OLVIDARTE DE DIOS. El texto bíblico dice así: “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy” (Deuteronomio 8:11). Me impresiona está declaración porque me invita a NO OLVIDARME DE DIOS, ¿por qué? Porque si me olvido de Dios, no guardaré sus mandamientos. Esto es importante entender porque la obediencia a los mandamientos de Dios tiene que ver con relación Él. Yo soy obediente porque amo a Dios. Y si no soy obediente es porque no amo a Dios, y no lo amo porque ME OLVIDÉ DE DIOS. Así de simple y sencillo.


Si nos olvidamos de Dios, no habrán bendiciones, y seremos hallados faltos en el juicio final: 


“Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios” (Deuteronomio 8:19, 20).


¡Acordémonos de Dios siempre!


Feliz día.


Pr. Heyssen Cordero Maraví 


Si deseas recibir Mensajes de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp https://chat.whatsapp.com/E1KNXwPwFxT7h93DfDHFb2


#MensajesDeEsperanza #rpSp #PrimeroDios

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...