Éfeso, donde Pablo estuvo por tres años (Hch. 20:31), estaba ubicada en la costa occidental de Asia y, con más de un tercio de millón de habitantes, era la ciudad más grande e importante de la provincia romana de Asia. La ciudad era tal vez más dominada por el paganismo que Corinto. Tenía el santuario dedicado a Artemisa, la diosa de la fertilidad, adorada por los romanos como Diana (Hch. 19:35). De todos los lugares llegaban los “adoradores” de la diosa griega. Esta sería la tarea más grande que Pablo lideraría respecto a la plantación de una nueva iglesia. Luego de haber predicado en Atenas y Corinto, Pablo se enfocó básicamente en dos cosas: predicar a Cristo (1 Co. 1:1, 2), y ministrar a los gentiles (1 Co. 1:23 cf. Hch. 18:6). Muchas personas se bautizaron por el trabajo iniciado por Pablo. Timoteo, años más tarde, llegó a ser pastor de esa iglesia, muy probablemente la iglesia más grande que Pablo plantó.
El Apóstol Pablo escribió esta carta a la iglesia de Éfeso estando en prisión domiciliaria en Roma, entre los años 60 al 64. El tema principal de esta carta es la unidad de la iglesia, especialmente entre los creyentes judíos y gentiles. Más que una carta, esta epístola se considera un escrito doctrinal y exhortatorio, que pone de manifiesto los intereses de doctrinales y pastorales de Pablo. Es una reflexión sobre la iglesia, vista como cuerpo de Cristo y una sólida enseñanza acerca de la salvación que Dios ofrece a los pecadores.
La iglesia en Éfeso estaba compuesta por conversos judíos y gentiles. Esta mezcla de antecedentes presentaba desafíos y oportunidades únicas para la comunidad cristiana primitiva. La carta a los Efesios aborda estas dinámicas enfatizando la unidad de los creyentes en Cristo, independientemente de sus antecedentes étnicos o culturales. Este tema de unidad es uno de los mensajes centrales de la epístola, como escribe Pablo: "Porque él mismo es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación" (Efesios 2:14).
La carta en sí a menudo se describe como una "carta circular", destinada no solo a la iglesia en Éfeso sino a una audiencia más amplia en las regiones circundantes. Algunos manuscritos antiguos incluso omiten la frase "en Éfeso" del versículo de apertura, lo que sugiere que la carta estaba destinada a ser compartida entre múltiples congregaciones. Esta audiencia más amplia se refleja en la naturaleza general de la carta, que carece de los saludos personales y los problemas específicos abordados en algunas de las otras epístolas de Pablo.
En los primeros 3 capítulos tenemos extraordinarios recursos, una gran cantidad de principios teológicos. En el capítulo 4 vemos una transición entre la teología de los primeros capítulos, y las exhortaciones y mandatos prácticos que Pablo escribe a partir de este capítulo. El capítulo 5 y 6 son más prácticos para la vida cristiana.
Juan el discípulo, vivió, según la tradición en Éfeso, junto a María, la madre de Jesús. Éfeso se convirtió en una iglesia referente, tanto así que el primer mensaje de Apocalipsis se dirige a ella (Ap. 2:17). Dios preparó a Pablo para plantar una iglesia en la meca de la religión grecorromana y fue un baluarte extraordinario para el avance de la fe cristiana.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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