jueves, 10 de diciembre de 2020

LA GRANDEZA DE DIOS VS. LA GRANDEZA DE LOS HOMBRES - Jeremías 45:5


Charles Haddon Spurgeon tenía dieciocho años, cuando solicitó ingreso al Regent’s Park College. La entrevista fue fijada y Spurgeon se levantó temprano y se dirigió al lugar. Pero debido a un mal entendido él perdió su cita y no fue admitido. Amargamente decepcionado, Charles caminó por un rato tratando de calmarse. Repentinamente Jeremías 45:5 vino a su mente: “¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques” Spurgeon nunca estudió en la universidad, pero él llego a ser el predicador más exitoso de Inglaterra. Hoy, pocos son los que desconocen quién es Charles Spurgeon, evangelista y escritor bautismos muy influyente en su tiempo y hasta hoy.

¿Qué es la grandeza humana comparada a la divina? Solemos correr en la vida buscando un éxito efímero, pasajero y limitado cuando Dios tiene para nosotros cosas mayores. Todos, de alguna manera u otra hasta hoy, sabemos quién es Baruc. ¿Qué grandeza le esperaba si habría alcanzado el honor en el reino de Sedequías? Si somos honestos, de ese rey solo recordamos cómo finalizó sus días.

¿Cuántas veces nos hemos decepcionado y hasta llorado porque las cosas no salieron como nos imaginábamos? Imagino así a Baruc. Todas sus metas y sueños personales, sus aspiraciones profesionales se esfumaron con Sedequías. ¿Qué hacer? ¿Rendirte? ¿Renegar? ¿Maldecir? Pero ahí, en ese momento agrio llega la Palabra de Dios ora consolar.

Si tuviéramos la capacidad de mirar el futuro como Dios lo hace, entenderíamos que lo que Dios quiere para nosotros es siempre mejor y que nuestros planes son simplemente eso: planes humanos y finitos. Es por ello que debemos aprender a buscar no la “grandeza” en seres humanos, en políticos, en líderes o jefes, sino en Dios. Y esa grandeza, no siempre será terrenal, aunque así como Spurgeon puede que sí. Pero la mayor grandeza es la vida ETERNA.

Jeremías le dijo: “¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques” (Jeremías 45:5). No te desesperes si las cosas no salieron como esperabas. No te estreses ni deprimas porque tus sueños y metas se esfumaron por alguna situación.

Es natural sentirse triste porque no se cumplieron tus sueños, pero recuerda, Dios tiene preparado algo más: La Vida eterna. Y esto no es fatalismo o facilismo humano, un “ya pues, ¿qué se hace?”, sino que es la verdad bíblica. Dios tiene algo mejor para ti. ¿En esta vida? Claro que sí. Jesús le dijo a Pedro: “Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna” (Mateo 19:29). ¡CIEN VECES MÁS, y la VIDA ETERNA! Dios tiene más para ti, solo e obediente.

¡Hoy es un nuevo día! Agradece a Dios por la vida, porque mientras hay vida hay oportunidad para hacer mejor las cosas.

¡Feliz día!

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

#rpSp #PrimeroDios #MensajesDeEsperanza

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