miércoles, 20 de abril de 2022

CRISTO ES EL MOTIVO DE TODA ADORACIÓN - LEVÍTICO 7


El capítulo de hoy es la continuación del capítulo  6, y el resumen o conclusión de todas las instrucciones acerca de las leyes concernientes a los sacrificios. Así veremos instrucciones sobre la ofrenda por la culpa (vv.1-10) y ofrenda por la paz (vv.11-34). Así, quisiéramos ver algunas aplicaciones para hoy, en base a estas dos ofrendas:


1. OFRENDA POR LA CULPA.  El ritual de la ofrenda por la culpa sigue el mismo modelo que el de la ofrenda por el pecado. Aunque se presentaba por actos de pecado, al que la ofrecía se le recordaba que el sacrificio era santo. El valor y los méritos de Cristo nunca podrían ser enfatizados demasiado. Cuando veamos nuestra naturaleza pecaminosa y nuestros actos de pecado en toda su enormidad y horror, entonces seremos capaces de contemplar toda la maravilla, grandeza y santidad de Cristo. 


Nunca podremos ver al Señor Jesús como nuestro Salvador hasta que nos veamos como lo que somos, como pecadores. Como su nombre mismo lo dice: LA OFRENDA por la culpa, solo es posible cuando entendemos que es CRISTO quién puede librarnos del sentimiento de la culpa, porque Cristo es libre de culpa, de pecado y es santo.


2. OFRENDA POR LA PAZ. Habían dos tipos de sacrificios de paz. El primero era de el de acción de gracias, y el segundo era por un voto o promesa que se hizo a Dios. Lógicamente, en ambos casos era una ofrenda voluntaria, o espontánea delante de Dios. 


Aquí encontramos un énfasis sobre el hecho de que estas ofrendas debían ser ofrendas libres, voluntarias. La finalidad era expresar gratitud, lo cual tiene un significado especial para los creyentes, de acuerdo con lo escrito en la carta a los Hebreos 13:15, que dice: “Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre”.  El ofrendante no lo hacía por paz, sino porque tenía paz con Dios, ofrendaba. Eso es gratitud.


Todos estos sacrificios del Antiguo Testamento no eran un fin en sí mismos. Los creyentes del Antiguo Testamento se salvaban por la fe, tal como nosotros, los creyentes de esta época, nos salvamos también por la fe. Todos los sacrificios del Antiguo Testamento requerían un modelo más perfecto, que llegaría con la persona de Cristo en su primera venida a este mundo, ¿amén? Pablo en la carta a los Hebreos 9:28, destacó las dimensiones presentes y futuras de Cristo, y dijo literalmente que habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.


Finalmente, de esta manera, en Levítico 7:35-38, Dios resumió en este último párrafo las instrucciones entregadas a Aarón, que fue el primer Sumo Sacerdote, y a los sacerdotes, sobre la ley de las ofrendas, expuesta en los capítulos 6 y 7 de este libro de Levítico.


Así finalizamos 7 capítulos sobre instrucciones que todo adorador en el desierto tenía que considerar, y que en este tiempo, debemos recordar: TODAS LAS OFRENDAS, de cualquier tipo apuntaban a Cristo, todos los sacerdotes y sus acciones, apuntaban a Cristo. Por lo tanto, el personaje central de toda adoración es Cristo.  ¡Alabado sea Dios! Jamás olvidemos que Cristo es el motivo de nuestra adoración, gratitud y alabanza. 


Feliz día.


Pr. Heyssen Cordero Maraví 


Si deseas recibir Mensajes de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp https://chat.whatsapp.com/Bj8AV5Sthtj6hNjdM0ujKG


#MensajesDeEsperanza #rpSp #PrimeroDios

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...