Pablo es sin duda alguna una de las figuras notables en el Nuevo Testamento. Sin embargo, muchos olvidan que Saulo de Tarso jamás habría llegado a ser Pablo, el apóstol de los gentiles, sin la influencia de Bernabé. Bernabé significa “hijo de consolación o exhortación”, sin embargo ese fue el sobrenombre que le dieron los apóstoles, su nombre verdadero era José (Hch. 4:36). Según la Biblia, era un “varón bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe” (Hch. 11:24). Dios usó a Bernabé para consolar, exhortar y discipular a Pablo, y convertirlo así en un poderoso instrumento en la causa de Cristo:
1. Bernabé acepta discipular a Pablo (Hch. 9:15). No fue una tarea fácil. Tuvo que romper sus propios prejuicios por todo lo que representaba Pablo (antes Saulo) para obedecer la misión que Dios le encomendó.
2. Bernabé respalda el llamado de Pablo (Hch. 9:25-27). Cuando los discípulos vieron a Pablo, tres años después de su conversión, tuvieron temor por su fama de odiador y le ignoraban cuando quería juntarse con ellos, pero Bernabé respaldó a Pablo y lo integró al grupo.
3. Bernabé involucra a Pablo en la misión (Hch. 11:25-26). Bernabé había sido enviado a Antioquía para constatar la noticia de que existían griegos predicando de Jesús, y vio la oportunidad para que Pablo ayude en la obra con los gentiles. Lo llevó como su ayudante.
4. Bernabé ayudó a Pablo para trabajar por los gentiles (Gál. 2:9). Es impresionante lo que puede hacer un compañero, una pareja discipuladora. Bernabé vio en Pablo a un predicador idóneo para los gentiles. Tuvo la capacidad de identificar sus cualidades y su potencial, y le dio oportunidad de desarrollarlo.
5. Bernabé lideró a Pablo en su primer viaje misionero (Hch. 13:2, 3). En el primer viaje de Pablo y Bernabé, Bernabé fue el líder hasta cierto punto. Finalmente, después de las diferencias por Marcos (Hch. 15:36-40), Pablo lideró el segundo viaje misionero.
Bernabé tenía, lo que hoy llaman los gurús de liderazgo, un ojo de líder, era un líder visionario que vio en Pablo a un buen hombre para la causa del evangelio, y esta visión no era infundado, Jesús mismo le había dicho eso (Hch. 9:15) al llamarlo “instrumento escogido”. Bernabé y Pablo, una pareja discipuladora, ejemplo para muchos maestros que menguaron dando a luz a discípulos que hacen una obra muy probablemente mayor.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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