Pablo y Bernabé, la pareja discipuladora, estaban finalizando su primer viaje misionero cuando llegaron a Iconio. Días antes habían sido expulsados de Antioquía de Pisidia (Hch.13:50) por haber predicado el evangelio, y ahora, al llegar a Iconio comenzaron a predicar con denuedo (Hch. 14:3) en la sinagoga. Por la gracia de Dios, mucha gente aceptó el evangelio. No obstante, también hubo oposición de parte de judíos que no habían aceptado el evangelio. Pero Pablo y Bernabé se quedaron todo el tiempo que pudieron, a pesar de la oposición de no pocos.
Cuando la situación se volvió insostenible, y los judíos se juntaron con los dirigentes de Iconio, lo que significaba que tenían poderes legales para lastimar a Pablo y Bernabé, los apóstoles tuvieron que huir a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circundante y allí predicaban el evangelio (v.6, 7).
1. PREDICAR EN MEDIO “DE LOBOS” (v.7). Las ciudades de Licaonia, conocidas como “la región de los lobos”, fue el lugar a donde Pablo y Bernabé escaparon de Iconio. Jesús había dicho que los enviaría como ovejas en medio de lobos (Mt. 10:16), y así fue. Pablo y Bernabé salieron huyendo de Antioquía de Pisidia rumbo a Iconio por predicar el evangelio, y ahora salieron huyendo de Iconio hacia Listra y Derbe, por predicar el evangelio. Y así, esa sería una constante en el ministerio de Pablo y de todos los que levantaron la antorcha de la verdad en todos los tiempos.
2. PREDICAR PARA APEDREADO (v.19). El que un día perseguía y hacía huir de miedo a los cristianos por predicar de Jesús, ahora era perseguido y huía por predicar de Cristo Jesús. De perseguidor a perseguido. Los judíos de Iconia se habrían enterado que Pablo y Bernabé ahora estaba predicando en la tierra de los lobos, y fueron tras ellos para apedrearlos. Apedrearon tanto a Pablo que pensaban que estaba muerto, y lo dejaron afuera de la ciudad (v.19). ¿Te imaginas? ¿Cómo habría quedado su cuerpo de tantos golpes?
3. PREDICAR Y DISCIPULAR (v.20-23). ¿Qué harías después de ser apedreado prácticamente hasta la muerte? ¿Continuarías predicando el evangelio? Quizás pediríamos descanso médico o “bajar las revoluciones” hasta que las aguas se calmen, hasta que todo se tranquilice. Pero Pablo no hizo eso, y no lo haría jamás. Pablo volvió a entrar a la ciudad, y al día siguiente fue a Derbe (otra ciudad vecina) para predicar el evangelio. Luego, volvió a Listra, Iconio y Antioquía, lugares en donde había predicado antes y de donde tuvo que escapar porque la gente quería matarlos. ¿Por qué regresó? Para “confirmarlos en la fe” y recordarles: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (v. 22). Mas Pablo, no solo les hablaba sino que los discipulaba. Dejó ancianos entrenados para continuar con la misión.
Pablo había experimentado a Cristo en su corazón, estaba enamorado del Evangelio de Cristo y todo lo que hacía era predicar. El que había sido un asesino, un perseguidor, que lastimaba, golpeaba y humillaba a los cristianos, y hasta daba su voto de muerte, ahora era un hombre totalmente diferente. Este es el poder del evangelio.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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