domingo, 13 de septiembre de 2009

LAS OPORTUNIDADES SÓLO SON UNA VEZ, NO SE REPITEN

INTRODUCCIÓN
1. Leer Génesis 25:24-34.
2. El texto leído muestra un cuadro realmente interesante, el nacimiento de dos “hijos de la promesa”, promesa en el sentido de que Dios había prometido a Abrahán y a Isaac que su descendencia sería tan grande como las estrellas del cielo y la arena del mar, es decir, que estos dos hijos de Isaac fueron la respuesta tangible de que Dios estaba cumpliendo su promesa. Esaú y Jacob, hijos de Isaac, y de Rebeca, ambos nacieron el mismo día, tuvieron los mismo padres, vivieron en la misma casa, comieron juntos, crecieron juntos, creyeron en el mismo Dios, vivían en el mismo lugar, etc., pero nunca fueron iguales a pesar de vivir juntos, jamás fueron iguales, y uno de ellos fue más bendecido que el otro… ¿porqué?... ¿acaso, Dios no desea la felicidad para sus hijos por igual? ¿será que Dios no da oportunidades a todos sus hijos?, o ¿estamos destinados a vivir un futuro predicho?
3. Proposición: “una oportunidad que dejas pasar no regresa jamás, puede volver otra diferente, pero jamás es la misma.”
4. Oración de transición: A través de la vida de Esaú veremos que Dios nos da la oportunidad de ser felices y bendecidos en gran manera, y es el hombre que falla y pierde lo que Dios le tenía preparado.
5. Ilustración: En cierta oportunidad una jovencita al finalizar el culto de viernes por la noche se acercó y me dijo que deseaba conversar conmigo, le dije que sí, y al preguntarle de qué se trataba, me respondió: “hermano soy un desastre, yo no deseaba hacerlo, pensaba que nada malo sucedería, sólo estaba jugando, pero al final hoy me doy cuenta que tarde o temprano esto tenía que pasar, estoy embarazada”, cuando ella estaba hablando, empezó a llorar y esa actitud interrumpió la conversación, no sabía qué decirle eso a una niña prácticamente, pues no pasaba los 16 años, de pronto me continuó y dijo: “ por favor dime ¿qué hago? Mi mamá me va a pegar.” Definitivamente hay cosas que debemos entender si o sí y una de ellas es que “cosechamos lo que sembramos”, lo que hoy decido mañana repercutirá en mi vida, no puedo darme el lujo decir, “ya pues la malogré”, no puedo darme el lujo de decir que ya pasó porque nada ha pasado, todo lo que hago tiene consecuencias, y esa verdad lo experimentó Esaú, hay decisiones que traen consecuencias grandes y tristes muchas veces.

II. ESAÚ NACIDO PARA SER FELIZ PORQUE ERA:
1. Primogénito (v. 25), “HIJO MAYOR” Como todo hijo, amado por sus padres, nació para ser bendecido enormemente, era el primogénito, en aquellos tiempos, los hijos mayores tenían privilegios grandiosos, eran los responsables de liderar la casa después del padre, es decir que si el padre no estaba el hijo mayor o primogénito le sucedía, así mismo era el más beneficiado al momento de repartir los vienes pues siempre le tocaba la más grande parte, además era el encargado de la vida espiritual de la familia si el padre no estaba. En cambio Jacob, era lo contrario, no era el hijo primogénito.
2. Era rubio y velludo (v. 25), generalmente los del oriente no son físicamente así, pero Esaú, físicamente era de buen aspecto, las señoritas de su cuidad probablemente se enamoraban de él por causa de su buen parecer, aunque no podemos decir que su sociedad era discriminadora, podemos entender por el relato bíblico que era de importancia este aspecto porque Moisés, el escritor del libro lo toma en cuenta, eso indica que era relevante la información. En cambio Jacob, era lo contrario, aunque no lo menciona, ello indica que era lo contrario a su hermano, ya que el buen hebreo oriental es de piel trigueña y lampiña en su mayoría.
3. Diestro (v. 27), la Biblia nos muestra que Esaú era diestro, también se puede traducir como: práctico, hábil, astuto, experimentado, ágil, etc., no era un joven pasivo, es decir un hombre sin talentos, era un joven lleno de energías, vigoroso, lleno de salud. En cambio Jacob, era lo contrario, era pasivo, calmado, quieto, Biblia así menciona.
4. Hombre de campo (v. 27), Esaú era cazador, era astuto, sabía hacer trampas para sus presas, era de experiencia, estaba en el campo siempre, ¿no es eso lo que busca la gente hoy en día? Hombres de campo, con experiencia, hombres emprendedores. En cambio Jacob era hombre de tienda, hombre de casa, que hacía las cosas de la casa, lavaba, cocinaba, hacía las cosas del hogar probablemente junto a su madre.
5. Era amado por su padre (v. 28), Isaac lo amaba, tal vez porque compartían mismos gustos (como en el caso de la alimentación), tal vez porque era su homólogo, es decir que era su primogénito al igual que él, pero lo cierto es que su padre lo amaba más que a Jacob, en cambio Jacob, era amado por su madre, en el Antiguo Cercano Oriente, las madres, en aquellos tiempos no eran muy consideradas, es decir que no tenían mucha importancia, y era ella la que amaba a Jacob, es decir una mujer. Esaú tenía el privilegio de ser amado por el padre.

III. ESAÚ DESPERDICIÓ SU OPORTUNIDAD PORQUE ERA:
1. Diferente a su hermano, aunque esa es una gran bendición, el que seas diferente a otros y seas único, pero con muchas debilidades, es decir, aventajado aparentemente en muchos aspectos de su vida, pero deficiente en algunas otras.
2. Actuaba a la ligera (v. 32), hambre” es una necesidad básica, es difícil vivir sin comer, pero no es algo que pueda matar si no comes algunos días, no obstante, no es tan grande como para cometer una locura, o desperdiciar lago que tanto valor tiene en tu vida. ¿Qué es lo que más valor tiene tu vida? ¿tu salud?, ¿tu juventud?, ¿tu familia?, ¿tus amigos?, muchas veces escucho decir: “qué me importa, soy joven, tengo dinero, tengo una buena salud, etc.” Esaú actuó a la ligera, no pensó bien las consecuencias de su actuar.
3. Vendía (v. 33), no le importó nada más que satisfacer sus necesidades, sus deseos carnales, y vendió su primogenitura por un plato de lentejas. Hay personas hoy, que venden su vida por un deseo carnal, por minutos de placer echan a perder su vida, no miden las consecuencias de su proceder, piensan que no habrá problemas, etc.
4. Orgulloso (v. 32-34), ¿qué le costaba a Esaú pedir un favor? Y si su hermano se rehusaba a invitarle, podía pedir a su madre, o habría otra salida, pero él no hizo eso, vendió su primogenitura por no humillarse, con tal de que las cosas se le den fáciles hizo eso.
5. Menospreció (v. 34), nada era más grandioso que ser primogénito, todos los que no eran primogénitos anhelaban esa posición, pues ello indicaba que de él se contaría el linaje de la familia, y otras cosas más. Es decir no era un asunto de solo nombre, era un asunto real.

IV. CONCLUSIÓN
1. Aplicación: Esaú nació para ser feliz, tenía todas las ventajas para ello, tenía belleza física, era diestro, era hombre de campo, de experiencia, era amado por su padre, muy diferente a su hermano menor, a Jacob, sin embargo, también esas no eran las únicas diferencias, otras diferencias lo hacían débil también, por sus decisiones básicamente, y una historia marcada de ventajas aparentes, se tornó en una triste historia. ¿porqué? Porque hay oportunidades para todos, tú y yo tenemos oportunidades, hoy tienes la oportunidad de estar acá, en esta universidad, de estudiar, pero es una sola, no se volverá a repetir, y es que una oportunidad que viene a tu vida no se repite jamás.
2. Apelación: Hoy tal vez tú no eres, el primogénito de tu familia, o tal vez si, tal vez estoy hablando para alguien que siempre quiso ser el hijo mayor, hoy te digo en nombre de Jesús, tú eres un hijo de Dios y por lo tanto príncipe de Dios, no importa si eres o no eres el primogénito de tu familia, te convierte en un primogénito al momento de aceptar la vida nueva con Cristo, por eso es que eres el primogénito para Dios. Tal vez no eres rubio ni bello, probablemente eres discriminado por causa de tu físico o te sientes mal por eso, tal vez no seas diestro ni hombre de campo, pero te digo hoy compañero que, eres amado por Un Padre, tal vez has perdido a tu padre terrenal, tal vez nunca lo conociste, tal vez te abandonó, tal vez no te entiende y muchas veces has sentido que no te ama, sabes, tú tienes un padre que te ama a lo sumo y ese es Dios, eres tú el amado de Dios Padre.
3. Llamado: ¿cuántas oportunidades te ha dado Dios? ¿qué oportunidades te ha dado Dios?, tal vez lo has tenido todo y hoy te ves y ya casi nada tienes, ¿tal vez hoy estás destrozado porque no supiste aprovechar la oportunidad que Dios te dio?, y es que todo lo que siembras eso cosecharás, no hay nada que hagas que no trae consecuencias, todo trae consecuencias, no puedes darte el lujo de decir que no pasa nada porque si pasa algo, siempre pasa algo.

4. Ilustración: Un joven una vez a la edad de 16 años, rebelde, un joven que guardaba siempre orgullo en su corazón contestó tan fuerte a su madre que ella empezó a llorar, en realidad, no era la primera vez, siempre era usual eso, pero lo que marcó la diferencia de las otras veces que este joven hacía llorar a su madre, con solo contestarla, y decirle palabras como: “tú lloras porque quieres, yo sólo quiero mi libertad, no quiero ser esclavo de nadie, soy joven y deseo vivir mi vida como los otros jóvenes”, lo que marcó la diferencia es que su madre le dijo con lágrimas en los ojos: “hijo, yo te amo, me haces llorar de impotencia de no saber qué hacer, pero te digo algo que tal vez no lo entiendas hoy, nunca te acuerdes estos momentos, sólo recuerda que me hacías feliz, porque no toda la vida me has hecho llorar, solo eso hijo”, el hijo se fue y la dejó sin entender como advirtió su madre. Pasaron los años y el joven cono conoció el evangelio y un día lejos de casa sin ver a su madre, triste y solo extrañando a los suyos, empezó a llorar recordando que nunca supo decirle a su madre que la amaba, y lloraba porque la hacía llorar muchas veces, de pronto escuchó como si fuese en ese mismo instante las palabras que su madre le había dicho hace un par de años “nunca recuerdes los momentos malos, también me hiciste feliz.” Hay cosas que definitivamente no podemos evitar, las consecuencias de nuestros actos, el hecho de no poder volver el tiempo atrás, para poder empezar todo de nuevo, aquella joven que me contó sobre su embarazo entendió tarde esa verdad, pero Dios que nos ama nos dice, no recordemos los momentos malos, como aquella madre a su hijo, es cierto, una oportunidad nunca vuelve, pero Dios que es el Dios de las oportunidades si bien es cierto no repite oportunidades, nos da NUEVAS OPORTUNIDADES, y esa es la más grande muestra de su amor, la vida, cada amanecer es sinónimo de una nueva oportunidad, para hacer bien las cosas, Esaú no aprovechó su oportunidad, ¿tú?...
5. Oremos: Padre, gracias por la vida, porque nos das una nueva oportunidad a través de ella, porque nos dices que miremos adelante, no atrás, no lloremos ya porque tenemos el privilegio de ser amados por ti Oh Dios, gracias, toma las vidas de cada uno de nosotros y has tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...