Los evangelios de Marcos y Lucas registran en escuetas líneas, la parábola de la lámpara (Mr. 4:21 y Lc. 8:16), después explicarles el significado de la parábola del sembrador. ¿Qué debe hacer aquel que oyó y recibió la buena semilla? ¡Dar mucho fruto! Entonces, la parábola de la lámpara amplía el concepto de todos aquellos que han dejado que la semilla germine en sus vidas, deben ser luces (Mt. 5:14-15). La vida cristiana no es estática, debe ser de crecimiento y de avanzada. ¡Cada día aprendemos!
1. ¿CUÁL ES LA MISIÓN DE LA LUZ? Simple como parezca, la misión de la luz es alumbrar. La palabra que se usa para luz, en realidad es lychnos (del griego λύχνος) y significa lámpara, vasija pequeña que contiene aceite de oliva y una mecha, usada para alumbrar en la oscuridad. Para que la lámpara dé luz tenía que gastarse a sí misma; y había que volver a llenar el aceite. Si la lámpara no estaba encendida, o si estaba cubierta, no servía para nada en la casa. “Jesús presenta un escenario absurdo, casi jocoso, para dejar claro su punto. Las lámparas existen para dar luz; de lo contrario, pierden su razón de ser”.
2. ¿DÓNDE DEBE ALUMBRAR LA LUZ? Absurdo como pareza, esa luz no debía esconderse, sino compartirse con otros que posiblemente la recibirían. La enseñanza es muy parecida a la de Mateo 5:14 –16. Allí el Señor dijo que ellos eran la luz; aquí tenían una luz que compartir. En ambos casos la amonestación es que no debemos esconder la luz sino presentarla delante de los hombres.
La parábola representa el evangelio que, una vez aceptadas en el corazón del discípulo de Jesús, deben ser compartidas a todo el mundo, y no escondidas o guardadas en secreto. Juan diría: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Ap. 14:6). Claramente el texto dice que hay un evangelio eterno para ser predicado, anunciado y proclamado al mundo entero. La enseñanza clave es que el evangelio, como la luz de una lámpara, debe ser visible para iluminar a su derredor; del mismo modo, Jesús nos llama a ser como lámparas, luces de esperanza para un mundo en tinieblas. ¿Cómo? ¡Compartiendo la mejor lámpara! (Sl. 119:105), dando estudios bíblicos.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
Si te post te gustó o ayudó comparte con tus amigos, vecinos y familiares 📲
#MensajesDeEsperanza #PrimeroDios #rpSp
No hay comentarios:
Publicar un comentario