EVANGELIZACIÓN
DE LOS JÓVENES
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” 1 Timoteo 4:12
I.
INTRODUCCIÓN:
Los jóvenes
que hoy conocen a su Salvador tienen algo digno de ser compartido. Y debemos
compartirlo ahora mismo y en cualesquiera circunstancias en que estemos. Este
es el tiempo en que los jóvenes, vibrantes de confianza en su fe, deben salir a
compartirla con otros. Nuestra vida debe ser un laboratorio de la gracia y el
poder de Cristo dondequiera que estemos. Así podemos crear y aprovechar las oportunidades
de presentar a Cristo a los jóvenes incrédulos. Debemos comenzar donde estamos
y con lo que tenemos. Hacemos atrayente la vida cristiana cuando revelamos que
Cristo pone en ella ese algo adicional que todos desean y buscan.
No sólo se
necesita celo y vigor juveniles en el servicio de Cristo, sino que estas
cualidades quedan enriquecidas y adornadas cuando los jóvenes comparten su fe
con otros jóvenes. Cuando ellos se dedican a los actos de bondad en forma tan
natural como cuando participan en alguna diversión agradable, el mundo se fija
entonces en la belleza y el poder del Evangelio. La felicidad y el optimismo de
la juventud se vuelven irresistibles para los jóvenes.
II.
ARGUMENTACIÓN:
La preparación personal
En esta tarea
de ganar almas la preparación personal es importante. Debemos poseer al Cristo
vivo en nuestra vida si queremos tener éxito. Hoy los jóvenes quieren saber: “¿Qué
puede hacer Cristo para mí ahora?”:
Palabras y actos.- La
preparación personal tiene que ver con toda la vida. Las palabras y los actos
forman parte de ella, como también los motivos, los pensamientos y las
ambiciones secretas. Tiene que ver con la vida de cada día y en todas las
circunstancias. Uno no necesita ser hábil para compartir su fe, pero debe ser
espiritualmente puro.
El estudio de la Biblia y la oración.-
Gracias a este estudio testificaremos con más inteligencia y eficacia, y
hallaremos en el renovado valor y una fe
fortalecida.
Hay oportunidades para nosotros
¿Cuáles son nuestras
oportunidades de ganar almas? ¿Debemos ser personalmente especialistas? ¿Qué
escogeremos: dar estudios bíblicos, visitar a la gente de cada en casa, cantar,
hacer obra personal, dirigir reuniones públicas, tocar un instrumento,
evangelizar a los niños, servirles de consejero, distribuir folletos, servir de
consejero personal? Hay satisfacción
y gozo excepcionales para los que aprovechan sus oportunidades de presentar el
Cristo a todos. Pensemos en estas oportunidades frecuentes:
La amistad.- La juventud es el tiempo de las amistades.
¿Saben nuestros amigos que somos cristianos? A menos que una amistad llegue a
ser una experiencia espiritual, no está completa. El cristiano verdadero no
queda satisfecho con tener amigos mientras ellos no sean también cristianos
verdaderos.
La conversación.- Cristo ganó a Nicodemo por una
larga conversación nocturna. Se valió de una oportunidad que produce resultados admirables y que, sin embargo es
casi inexplorada por los jóvenes. Debemos cultivar el hábito de conversar
naturalmente con otros acerca de Cristo.
Los correos electrónico y mensajes a
través de las redes.- Esta es una forma de conversación que podemos
emplear cuando es imposible hablar cara a cara. Nunca debe reemplazar la
conversación personal, o la conversación por teléfono, pero hay ocasiones en
que puede aprovecharse ventajosamente. Podemos escribir nuestro mensaje sin
interrupción, y de hecho, el mensaje puede presentarse en el lenguaje más
convincente. Además, un mensaje puede leerse muchas veces, de manera que su
contenido no se olvidara fácilmente.
La repartición de revistas y
folletos.- Vayamos a repartir revistas y folletos en la
parte cent4ral de la ciudad en las noches en que están abiertos los negocios.
Hagamos, con la comisión directiva de la iglesia planes de celebrar reuniones
con proyecciones para los jóvenes, en las cuales hablarán otros jóvenes, en
algún salón, y dichas reuniones pueden ir seguidas por una distribución de
publicaciones y volantes.
Cantar en un cuarteto.- Un
cuarteto mixto puede cantar en los barrios residenciales para descubrir
interesados en las cases bíblicas. Llamemos a las puertas y expliquemos
que pertenece os a la sociedad de
Jóvenes Misioneros Voluntarios y que hemos salidos para alegrar a los hogares
cantando himnos religiosos. Después de cantar, hagamos averiguaciones acerca de
la familia, los niños y los jóvenes. Invitémosles a oración y dejemos
publicaciones apropiadas.
Equipo de temperancia.-
Demos programas de temperancia en las iglesias, los cubes, en salones
apropiados, escuelas elementales y superiores.
Biblioteca circulante.- Presentemos
algunos de nuestros libros pequeños, uno a la vez, para que las personas puedan
leerlos durante una semana. Estos libros deben presentar la verdad bíblica en
forma progresiva.
Paquetes Sorpresas.-
Incluyamos en estos paquetes poesías alentadoras, selecciones de trozos
bíblicos, cuadros e historias interesantes puestos en sobres más pequeños,
rotulados con destino a cada día de la semana, para que se los abra oportunamente.
Distribúyanse estos paquetes mientras se visitan los hospitales, los
orfanatorios y otros lugares por el estilo.
Escuelas Sabáticas Filiales.- Dedíquese atención especial a los menores y a
los jóvenes.
Visitas a las bibliotecas.- Fórmense
grupos de dos, tres o cuatro personas para visitar las bibliotecas. Llévense
unos cuantos libros atrayentes.
Reuniones en la calle o en los
parques.-
Obténgase el permiso de la policía. Celébrese un servicio de cantos y un breve
estudio bíblico. Úsese el proyector. Háganse discursos cortos.
Escuelas Bíblicas para la comunidad.
Este es un plan que se ha probado ya. Fórmense equipos de jóvenes
evangelizadores, que usarán proyectores y películas.
Reuniones Sociales Bíblicas al aire
Libre.-
Esto es un proyecto para los días calurosos. Empléese un proyector. Proyéctense
en la pantalla cánticos y temas bíblicos. Este tipo de evangelización veraniega
puede ponerse en práctica en algún patio particular, atraerá a los jóvenes del
vecindario.
Evangelización de los niños.- Una
esfera que muchos consideran comparativamente nueva es la de la evangelización
entre los niños. No es sin embargo algo nuevo. Más bien, se trata de recalcar
en forma nuevas las técnicas necesarias para dar el Evangelio a niños.
Actividades en clubes de
conquistadores y aventureros.- Podemos compartir nuestra fe
ganando la confianza de los niños y las niñas mostrándoles nuestro interés en
ellos y revelándoles un camino que resulta agradable e interesante. Se invita a
los niños y jóvenes que no son adventistas a ser miembros del club.
Campamentos Adventistas.-
Estos han proporcionado ambiente favorable para reclutar a los jóvenes para
Cristo. En muchas ocasiones, al finalizar un campamento y al extender la
invitación para que los concurrentes acepten a Cristo y los privilegios de ser
discípulos, ciertos niños que no se habían criado en un ambiente religioso se
han decidido firmemente por el nuevo camino que se abría delante de ellos. Las
oportunidades ilimitadas que hay en esta actividad nos imponen el deber de
ensanchar esta evangelización de los niños.
III.
CONCLUSIÓN:
¿Qué debemos esperar?
Se Cometerán errores.- Se
presentarán seguramente emergencias inesperadas mientras nos esforcemos por dar
un testimonio personal en el servicio de Cristo. Todo nos resultará fácil. Hay
que tener en cuenta que se cometerán errores y se producirán chascos. Pero la
mayoría de las veces encontraremos que son bendiciones disfrazadas. Nos
prepararan para tareas más importantes. El peligro se manifiesta tan solo
cuando repetimos nuestros errores; siempre debiéramos sacar provecho de ellos.
También podemos esperar resultados.- Los
jóvenes consagrados que solo se creen dotados de capacidad común pueden tener
éxito en la conquista de almas. Cuando nos encontramos frente a ciertas condiciones,
podemos tener confianza en que se alcanzaran resultados. Mientras seamos
conductos por los cuales pueden transmitirse el poder del Espíritu Santo,
podemos esperar que tendremos éxito. Este no se alcanzara por nuestra propia
fuerza. Jesús dijo: “El que en mi cree las obras que yo hago también él las hará;
y mayores que estas hará.” Juan 14:12
IV. LLAMADO:
Tal vez
preguntes, ¿Es necesario pertenecer a una clase especial de cristianos para
tener éxito en la obra de ganar almas? ¿No requiere acoso habilidad
extraordinaria, una capacidad desarrollada, una preparación extensa y otras
cualidades? “El señor imparte idoneidad para el trabajo a todo hombre y mujer
que quiera cooperar con el poder divino. Cuando se pongan la armadura obtendrán
todo el talento, el valor, la perseverancia, la fe y el tacto requeridos.” –
Testimonies, tomo 6, pág. 333. ¿Por qué no empezamos a ejercer nuestra
influencia en favor del Evangelio e iniciamos nuestra reacción catenaria para
Cristo? ¿Aceptas el reto? Ven y quiero hacer una oración especial de compromiso
misionero. Amén.
Adaptado por Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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