“Esta es la ley acerca de toda plaga de lepra y de tiña, y de la lepra del vestido, y de la casa, y acerca de la hinchazón, y de la erupción, y de la mancha blanca, para enseñar cuándo es inmundo, y cuándo limpio. Esta es la ley tocante a la lepra” (Levítico 14:54-57).
Miriam pasó muchos días encerrada en una pequeña habitación detrás de su casa. Fueron casi 43 días que estuvo aislada por el coronavirus, el Covid 19. Fue ella misma que decidió aislarse… era por amor. Miriam tenía una enfermedad contagiosa que estaba causando miles de muertes en todo el mundo. Y aunque físicamente estaba devastada, el mayor sufrimiento era el aislamiento emocional y espiritual.
Un día, después de mucho tratamiento, y al cabo de casi seis semanas, la prueba de COVID, arrojó negativo. Ella escuchó las palabras que tanto había esperado: “¡Estás sana!” La familia la abrazó, lloraron juntos y, al fin, pudo volver a la vida. Pero antes de eso… necesitó un acto simbólico que la ayudara a reconciliarse con su pasado: un letrero que decía: “Vencimos al COVID”.
Lo mismo pasaba con los leprosos en tiempos bíblicos. Y Levítico 14 nos enseña que no solo se trataba de curarse físicamente… sino de ser restaurado por completo ante Dios y la comunidad. Aquí tres lecciones espirituales:
1. La restauración comienza fuera del campamento. “El sacerdote saldrá fuera del campamento, y lo examinará; y si ve que está sana la llaga de la lepra…” (14:3). La purificación no comenzaba en el templo ni en el altar. Comenzaba fuera del campamento. El sacerdote tenía que ir al lugar donde estaba el leproso. El proceso de restauración no depende primero del pecador, sino del Dios que sale a buscarlo. Así actúa Jesús. Él no espera que estés limpio para recibirte. Sale a buscarte cuando aún estás quebrado, sucio, con la vida hecha pedazos. No te exige estar bien para amarte… te ama para restaurarte. Dios no está esperando en la iglesia a que vengas… está buscándote donde estás, para traerte de vuelta.
2. Dos aves, madera, escarlata e hisopo – símbolos de salvación. “Entonces mandará el sacerdote que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas… una será degollada… y la otra será soltada en el campo” (14:4-7). En este rito se usaban elementos muy simbólicos: dos aves (una muere, otra vuela libre), madera, escarlata (color de la sangre) e hisopo (instrumento de purificación). Todo esto apunta directamente a Cristo: (1) El ave que muere representa a Jesús, quien murió por nuestros pecados. (2) El ave que es soltada representa la nueva vida del que ha sido perdonado. (3) La madera y la sangre evocan la cruz. (4) El hisopo fue usado también para rociar la sangre del Cordero (Éxodo 12) y en la cruz (Juan 19:29). Ser perdonado no es un proceso psicológico, es un acto divino. Cristo murió para que tú vueles libre.
3. La purificación termina en el altar. “Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua… después tomará dos corderos sin defecto…” (14:8,10). Después de ser declarado limpio, el leproso no volvía directamente a la vida. Había una secuencia de pasos simbólicos: lavado, cambio de apariencia, y sobre todo, sacrificios ante el altar. La restauración no termina cuando Dios te sana. Termina cuando vuelves al altar, cuando tu vida es consagrada, cuando ya no vives para ti, sino para el que te dio una segunda oportunidad. Muchos quieren ser sanados, pero no todos quieren ser consagrados. Pero el verdadero perdón no solo limpia el pasado, redirecciona el futuro. Dios no solo quiere perdonarte… quiere usarte.
Miriam decía con lágrimas en los ojos: “No fue el alta médica lo que me hizo sentir viva otra vez… fue cuando pude abrazar a mi madre, volver a cantar en la iglesia, y sentirme útil otra vez.”
Levítico 14 no es un capítulo de rituales antiguos… es una declaración de esperanza. Dios no solo quiere limpiarte, quiere devolverte la vida. Hoy, puedes salir del aislamiento espiritual. Jesús fue “fuera del campamento” por ti (Hebreos 13:12). Murió para que vueles libre. Y te espera en el altar, no con juicio, sino con restauración.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
Puedes escuchar el podcast desde mi canal de YouTube 🔴 https://youtu.be/9bjERk1N8BU?feature=shared
Si te gustó este post, o ayudó comparte con tus amigos, vecinos y familiares 📲
Si deseas recibir un Mensaje de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp en el siguiente link 🔗 https://whatsapp.com/channel/0029Vb6Ju3e3AzNVfFrDu933
#MensajesDeEsperanza #PrimeroDios #rpSp @destacar
No hay comentarios:
Publicar un comentario