““Y dijo
Dios el Señor: “no es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda idónea” (Gn.
2:18).
Es probable que hayas escuchado una y otra vez esta famosa
declaración: “mejor solo que mal acompañado”, aunque parezca fuera de lugar al
contrastarlo con el verso bíblico (Gn. 2:18), en realidad algo de razón tiene.
No por el hecho de que no es bueno que vivir en soledad, te vas a involucrar
con cualquier persona, muy por el contrario, debemos buscar un o una compañera
que sea la “idónea”. Veamos algunos aspectos en base al texto bíblico leído:
1. Cuando la Biblia utiliza el término hombre, está refiriéndose a varón y
mujer, pues la palabra en hebreo es “adam”
que significa humanidad. Así que no es bueno que el hombre esté solo así como
también no es bueno que la mujer esté sola. Y los estudios detallan que no
existen personas que logren ser felices viviendo en soledad. Dios nos creó para
vivir en comunidad.
2. Adán fue creado primero, pero eso no significa
que fuera el más importante, aunque algunos enseñan y creen que es así. Si se
analiza la creación de Dios en esa semana, podremos darnos cuenta de que Dios
creó de lo menos importante a lo más importante. Por ejemplo el día sexto creó
a los animales, después a Adán y por último a Eva, es decir que de acuerdo a
esto Eva se convertiría en la “corona de la creación”.
3. Por lo tanto, es ajeno al pensamiento bíblico
toda idea de “machismo” y de superioridad del hombre sobre la mujer, tal es “satanismo”.
4. De igual modo, la idea de “feminismo”, viene a
ser igual de satánica. Dios no desea que sus hijos se sientan superiores ni
mucho menos inferiores, muy por el contrario debemos entender que somos iguales
a los ojos de Dios. La idea de superioridad es simplemente anti-bíblico.
5. Es por ello que Dios crea a la mujer de las
“costilla” de Adán para ser una compañera, no de la cabeza para que domine al
varón, ni del los pies para que sea pisoteada por el varón, sino que lejos de
ello, fue creada del “costado” de Adán para vivir a su lado y ser su compañera.
6. Cuando la Biblia menciona la palabra ayuda, no se refiere a
un “ayudante“, ni mucho menos a alguien que sea un “sirviente”. La palabra
“ayuda” viene del original hebreo kenegdo
que significa literalmente “contra él”, pero en el contexto del texto aparece
junto a otra palabra hebrea ezer “ayuda”,
esta palabra se usa en la
Biblia en ocasiones dramáticas y caóticas del pueblo de
Israel. En otras palabras “cuando Dios lleva consuelo y ayuda, auxilio a su
pueblo en problemas” (Dt. 33:26), en ese caso un “fuerte” ayuda a uno más
“débil”, de allí que se dice que la mujer es más fuerte que el varón.
7. Pero ¿qué significa entonces “ezer kenegdo” o “ayuda contra él
(diferente)”? Significa que la mujer es un auxilio para el hombre que estaba
solo y desamparado y Dios le hizo una “ayuda diferente” que sea su complemento, su equilibrio. De allí que
no está bien decir “polos opuestos” sino “polos complementarios”.
8. La pregunta del millón sería: “¿porqué no los creó
juntos?”, porque Dios en su sabiduría quería mostrarle a Adán o al varón que no
es nada bueno estar solo, y que él sintiera la necesidad, el hambre de una
compañera. Y así fue cuando el primer trabajo de Adán fue terminado (el de
poner nombres a los animales), Adán había visto que todos tenían parejas menos
él. Se sintió solo, desesperado, en problemas y tal vez le dijo a Dios: “¿Señor
no hay una pareja para mi como para los animales?”. Fue entonces que Dios le
dio lo que necesitaba. Una ayuda idónea, un auxilio, ¿alguien más fuerte que él?
Tal vez.
Conclusión
1. Dios no pudo
equivocarse. Y todo lo hizo hermoso y bueno. Desde esa perspectiva, debes
casarte realmente. Ese es el plan de Dios, a menos que tengas el don de la
continencia.
2. ¿Por qué casarme? Por
que es el plan de Dios “Dejarán padre y madre y se unirán (varón y mujer) y
serán una sola carne” (Gn. 2:24).
3. ¿Para qué casarme? Para
vivir en complemento. Tanto el varón como la mujer son incompletos hasta unirse
el uno al otro.
4. ¿Con quién casarme? Ese
es el tema siguiente. Que Dios te bendiga mucho. Ora mucho, recuerda que Dios
trajo a Eva a Adán. Y Dios hará lo mismo en tu vida.
Pr.
Heyssen J. Cordero Maraví
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