El capítulo de hoy revela el amor de Dios es su máxima expresión, y aunque el profeta de Dios presenta palabras muy fuertes y duras con el objetivo de hacer recapacitar al pueblo de Judá, el resumen de todo podría ser: DIOS ES FIEL A PESAR DE LA INFIDELIDAD DEL HOMBRE.
Judá es comparada a una mujer ingrata, infiel y prostituta que no recibe “dones” sino que muy por el contrario, es ella la que paga a sus “clientes”. Es tan infiel que ni Sodoma fue tan mala como Judá; y ni Samaria con todos sus maldades fue tan infiel como lo fue Judá. ¿Tanto así? ¿Tan infiel fue Judá que su maldad es superada con la de Sodoma y Samaria?
MÁS MALOS QUE SODOMA, ¿PORQUÉ? Sodoma fue una ciudad corrupta, fue tan mala que quisieron hacer daño a los propios ángeles enviados por Dios para salvar a Lot y su familia. Pero su maldad no se compara a la de Judá porque ellos no eran el pueblo elegido por Dios para ser luz en un mundo de oscuridad, tampoco conocían completamente del amor de Dios ni su ley. Por lo tanto, eran malos, pero no conocían plenamente a Dios como Judá.
MÁS INFIELES QUE SAMARIA, ¿PORQUÉ? En Samaria fue rey Acab y toda su descendencia influenciada por Jezabel. Ellos fueron muy malos. También desde sus inicios adoraron de manera errónea en los “lugares altos” por influencia de Jeroboam. Sí, el reino del norte fue muy lejos. Recordemos que a estas alturas, mientras Ezequiel escribe, Samaria (capital de Israel) fue destruída el 722 a.C por los asirios, y que no quedaban sino ruinas de lo que un día fue el reino del norte. Judá era más infiel que Samaria porque no aprendían de ellos errores del reino del norte. Por lo tanto eran más infieles que Samaria porque a pesar de extenderles más gracia y oportunidad que a ellos, lo judíos seguían ensuciándose en el pecado y la promiscuidad espiritual.
Y cuando parece que la paciencia de Dios se ha agotado, y que hay razones suficientes para que Judá sea destruída completamente, Dios les dice: “¿Haré yo contigo como tú hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto? Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno” (Ezequiel 16:69, 60). LA FIDELIDAD DE DIOS NO PUEDE SER ELIMINADA POR LA INFIDELIDAD DE LOS HOMBRES.
¿Sientes que has caído tan bajo que la gracia y el perdón de Dios no es posible en tu vida? ¿Crees que has pecado tanto y te has alejado tanto de Dios que es imposible el perdón de Dios en tu vida? Hace algunos días alguien me decía: “Pastor Heyssen, creo que todos pueden ser perdonados porque hicieron lo malo sin conocer de Dios, pero yo hice lo malo sabiendo que era malo. Yo hice cosas que jamás en mi vida me hubiera imaginado, no creo que Dios me perdone...”. El capítulo de hoy realmente impresionante. Judá cayó más bajo que Sodoma y Samaria. Esto nos recuerda que nadie puede haber caído tan bajo para no ser perdonado por Dios.
¡Hoy es un nuevo día! ¿Quién eres tú? ¿Eres como Sodoma, Samaria o Judá? Haces las cosas mal porque no sabes (Sodoma), porque sabes y no sabías las consecuencias (Samaria) o porque sabes que está mal y sabes que habrán consecuencias (Judá ) y aún así persistes en tu pecado. No importa quién seas tú, lo que importa es quien es Dios, y Él te dice: “no invalidaré mi pacto”. En palabras simples: NO PORQUE TÚ HAYAS ROTO EL PACTO, DEJARÉ DE CUMPLIRLO.
Con todo esto, si Judá se hubiera arrepentido, Babilonia no los hubiera destruído completamente. Pero las palabras de Dios a través de Ezequiel fueron menospreciadas y Judá nunca se arrepintió, por lo que la historia es muy conocida. Vayamos a Dios con la seguridad plena de su perdón hoy, mientras hay gracia y oportunidad. ¿Amén?
¡Feliz día!
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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