En el año 539 a.C, Belsasar, el hijo de Nabucodonosor, hizo un banquete con mil invitados. Una fiesta de llena de alcohol, idolatría y más. Extasiado y embriagado por el poder y el alcohol, en una muestra de poder y soberbia, mandó a traer los utensilios sagrados del Dios de los judíos para beber y usarlos como cualquier objeto de fiesta pagana. El texto refiere: “Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Daniel 5:3, 4).
Ante este acto herético a más, aparecieron los dedos una mano que escribieron en la pared del palacio real: MENE MENE TEKEL UPARSIN (v. 25). Este extraño acontecimiento provocó temor, terror en Belsasar y sus invitados. El rey de babilonia literalmente temblaba de pies a cabeza. En medio de su embriaguez, era consciente de que había cometido un sacrilegio aberrante. Y mandó a llamar a todos sus sabios, y demás para entender este acontecimiento. Como a su padre Nabucodonosor (en Daniel 2 y 5), ningún hombre “sabio” pudo darle respuesta a pesar de las recompensas o amenazas, sino solo Daniel (llamado Beltsasar v.12).
En medio de la incertidumbre del Rey Belsasar, aparece la reina con la solución para el problema(v. 10). La reina no es esposa de Belsasar, sino su madre (esposa de Nabucodonosor). Ella había visto cómo Daniel (llamado Beltsasar en Babilonia) había interpretado sueños y visiones por lo menos en dls ocasiones (Daniel 2 y 4).
Daniel entró en la sala del palacio real y el rey Belsasar le prometió “el oro y el moro” si llega a interpretar las letras escritas en la pared, pero el profeta le deja en claro que interpretará las escrituras de la pared pero no por “regalos o por puestos en el reino”:
“Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto:
- MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.
- TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.
- PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas”
(Daniel 5:25-28).
El capítulo termina diciendo que esa misma noche, Dario, el Medo, tomó el reino (v.30). Así finalizaba la cabeza de oro del sueño de Nabucodonosor y daba paso al cuerpo y brazos de plata (Dan 2).
El capítulo de hoy tiene por lo menos dls lecciones que podemos destacar:
1. Todas nuestras acciones tienen sus consecuencias
2. Todas las profecías tienen su cumplimiento tal como Dios lo había dicho.
¡Dios es muy bueno!
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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