“Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron solo a Jehová” (1 Samuel 7:3, 4).
Según la Biblia, el arrepentimiento es un cambio profundo de mente y corazón que lleva a una conversión total de la dirección de vida, es decir, nos lleva a tomar decisiones tangibles, que nos apartan del pecado para volver a Dios a través de la fe en Cristo, y es un proceso continuo de obediencia y búsqueda de una vida santa, no solo sentir remordimiento. Implica reconocer la ofensa contra Dios, lamentarse por ello (pesar), confesar, abandonar el pecado y buscar vivir rectamente, haciendo "frutos dignos de arrepentimiento".
El pueblo de Israel había estado por más de veinte años viviendo en calamidades y penurias a causa de haberse alejado de Dios. Y es que no existe una vida plena ni feliz cuando estamos lejos de Dios. No hay paz, no hay tranquilidad. Cuando el ser humano está desconectado de la fuente de vida que es Cristo, el corazón late con miedo, la ansiedad, el estrés y la depresión crean un mix de emociones que hacen indescriptible lo que sentimos muchas veces, a eso le llamamos culpabilidad. Así vivía el pueblo de Israel, atemorizado por el enemigo, por los filisteos que los lastimaban y humillaban sus vidas.
Desde al capítulo 4, el sacerdote Samuel, aparentemente había desaparecido de la escena bíblica, pero ahora hace un llamado al arrepentimiento. Él sabe que no pueden seguir viviendo así, reconoce que Dios tiene que intervenir por su pueblo, pero hay algo que el pueblo debe hacer: Pedir ayuda de Dios, pero con un corazón sincero. Es por ello que su llamado es un llamado claro e integral.
Samuel les dice: (1) VOLVEOS A DIOS DE TODO CORAZÓN, (2) QUITAD LOS DIOSES AJENOS, y (3) SERVID A JEHOVÁ. Tres acciones completas.
1. VOLVEOS A DIOS: ARREPENTIMIENTO INTERNO. Lo interno era más importante que lo externo, y debía venir primero. Por eso es que Samuel primero llamó a Israel a volver de todo corazón, y luego les dijo que quitaran los dioses ajenos.
2. QUITAD LOS DIOSES FALSOS: ARREPENTIMIENTO EXTERNO. Sin embargo, el arrepentimiento interno es algo secreto. Es oculto. Nadie puede realmente “ver” el corazón de otro. Sin embargo lo interno fue probado por lo externo. Podemos saber que Israel sí volvió de todo corazón al ver si en realidad quitaron los dioses ajenos. Nadie podía ver sus corazones, pero podían ver si quitaron los dioses ajenos.
3. SERVID A JEHOVÁ. Los dioses locales de Baal y Astarot eran ídolos populares entre el pueblo de Israel. Baal era atractivo porque se creía que era el dios del clima que traía buena cosecha y éxito económico. Astarot era atractiva porque se creía que era la diosa de la fertilidad y que por lo tanto estaba conectada con el amor y el sexo. Israel no sentía que había rechazado a Jehová; ellos sentían que solo habían agregado la adoración a otros dioses a su adoración a Jehová. Samuel llamó a Israel a abandonar a esos otros dioses y sólo a él servid.
Dios intervino y los libró de la opresión filistea. Una vez más podemos notar nítidamente que Dios solo está esperando que sus hijos, vuelvan a Él, pues Él está esperando con sus brazos abiertos, listos para darnos la victoria, y sobre todo la paz que el verdadero arrepentimiento puede dar al ser humano.
Recuerda, el arrepentimiento verdadero nace el el corazón y se extiende a las manos y pies para cambiar de dirección y vivir una vida nueva.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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