La adoración no es un
tema nuevo. No obstante, ha sido este tema, el motivo de la rebelión de Satanás
y constituye el tema en el tiempo del fin. No sorprende entonces que el mensaje del primer ángel, en el libro de
Apocalipsis invite a adorar al creador
(Ap. 14:7). La pregunta que se puede formular por efecto es: ¿estoy entendiendo
el tema de la adoración en el contexto del culto en la iglesia?
Me
encanta leer y releer uno de los libros más amenos y entusiastas que conozco Plantar el Futuro. ¡Hay muchas iglesias!
¿Por qué plantar más?, con maestría el autor escribe un capítulo titulado
“¿Qué pueden aprender los adventistas de la Coca-Cola ?”, allí nos
anima a que podemos cambiar el envase “donde sea apropiado” sin cambiar “el
producto”, ni comprometer la verdad. La idea es clara, y hay coherencia en lo
que propone y me ha funcionado, y estoy seguro que a muchos, pero, ¿hasta qué
punto debemos cambiar el “envase”?
Tristemente,
la mayoría de iglesias protestantes, y carismáticas han cambiado demasiado el
“envase” que simplemente el producto a
penas y se ve. Pero, ¿qué de las iglesias adventistas y sus cultos? No podemos
“tapar el sol con un dedo”, el asunto es que el postmodernismo está calando
lentamente, que no es sorprendente ver a congregaciones adventistas con un “un
sistema de cultos, tan similar o igual a los hermanos evangélicos y
pentecostales”, donde a leguas se nota que su preocupación es “ganar a los
perdidos” aunque para ello tengan que rebajar el evangelio (música secular con
letras cristianas, predicadores extravagantes e irreverentes, coreografías y
sermones superficiales, entre otros), es decir, en un culto de este tipo, el foco de la adoración no es el Adorado sino el adorador. La
pregunta ya no es ¿este culto será al agrado de Dios? La adoración debe ser vista a la luz de la Biblia y ésta debe ser el
punto de partida. Pero el
problema no es minúsculo como se observa, cuando se entiende que a Dios si le importa el cómo deben adorarlo.
Así por ejemplo cuando notamos lo que aconteció en la tan estudiada actitud de
Caín a diferencia de su hermano Abel (Gn. 4:1-8). Así se pueden ver algunas
lecciones respecto al tema:
Los
adoradores y su conocimiento
Caín y Abel, dos
adoradores diferentes. Esto es visible nítidamente por el impacto que provocaron ante YHWH,
debido a que a uno aceptó y a otro no. Sin embargo, es preciso notar que, ambos
fueron educados por los mismos padres y enseñados de manera similar en lo que
concierne a cómo adorar a YHWH. No obstante la forma en qué ambos procedieron
fue muy diferente.
Es claro que ambos
adoradores habían sido instruidos por sus padres, sobre la manera de cómo
deberían adorar a YHWH, pero aparte de eso, está en juego: ¿cuál era la
voluntad de YHWH frente a este asunto? No hay muchos detalles en la Biblia , sin embargo, aunque
no se menciona qué es lo que quería YHWH, se puede inferir que el actuar de
Abel estaba muy ligado o más cerca a lo
que Dios quería, pues se dice: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿por qué te has
ensañado y porqué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? ” (Gn. 4:6,7).
Por lo expuesto,
pareciera ser más probable que YHWH dio instrucciones del cómo debían proceder
los adoradores, pero Caín por razones que no especifican las Escrituras optó
por desobedecerlas, actuando simplemente a su manera. No obstante, se nota que
consecuentemente, ambos hermanos se presentan a adorar a Dios en condiciones
iguales en cuanto al conocimiento que tenían de los requerimientos divinos para
el acto de adoración.
El medio
de adoración
A diferencia de la
interpretación común protestante de que Dios se disgustó con Caín porque
simplemente había egoísmos en el corazón del adorador, es claro que el asunto
de fondo, no radica solo en eso, sino que, esa ofrenda debía anunciar la muerte
de Cristo por los pecados de todos los hombres (Gn. 3:21 cf. Jn. 1:29).
No obstante, es
razonable inferir a la luz del texto bíblico que, Caín había ofrendado a Dios
antes, ya que ambos parecen tener edad adulta. Esto lleva a pensar que YHWH
había sido adorado antes por Caín y que lo había hecho bien. De esta manera
Caín era conocedor del cómo debía presentarse ofrenda y qué cosa a YHWH. Por lo
tanto, se puede concluir que Dios se desagradó de Caín, simplemente porque como adorador era un desobediente y quiso adorar
a Dios a su manera, lejos de la voluntad divina. Mostrando así un “culto a la
carta”, es decir a sus gustos y/o conveniencias.
El
Adorado frente a las adoraciones
YHWH, el fin de la adoración de
estos hermanos, se pronuncia ante las acciones de sus adoradores. Eminentemente
lo hace con mucha claridad. A uno acepta y a otro rechaza, rechaza su
adoración, y lo hace en el momento. Las Escrituras se encargan de adjetivar a
Abel como “justo” (Mt. 23:35; Heb. 11:4), evidentemente por su adoración. En
cambio a Caín no se lo cataloga igual. Desde la perspectiva del texto estudiado
podemos concluir:
Primero, la adoración
teocéntrica. Los dos hijos de Adán y Eva no presentaron ofrendas a ningún ser,
astro o cosa creada, sino solo a YHWH, lo que pone en manifiesto la religión
monoteísta de los pioneros de la humanidad. Esta es la esencia de la adoración,
la adoración debe ser dirigida y presentada a Dios, a esto le denominamos,
adoración teocéntrica exclusiva.
Segundo, la adoración como
obediencia a su voluntad. El segundo principio es evidente al ver la actitud de
los adoradores al presentar sus ofrendas, es notable que los padres de estos
hombres habían instruido de cómo debían adorar a Dios, así, el segundo
principio es el de que no hay “maneras” de adorar a Dios sino una “manera” y
esa es: en respuesta a la voluntad divina.
Tercero, el Adorado evalúa la
adoración que recibe. Finalmente toda adoración es evaluada por YHWH. Les
muestra su agrado y desagrado en respuesta de la adoración recibida y les
comunica su veredicto. Así, es evidente un marcado cuadro de “conflicto entre
la verdadera y falsa adoración”. La verdadera adoración representada por Abel y
la falsa a través de los actos de Caín. De esta manera, existe un conflicto
porque por adorar de manera adecuada a YHWH, Caín (que representa a los hijos de los hombres o
de Satanás) actúa perversamente contra Abel.
En el marco del Gran Conflicto los adoradores fieles de YHWH serán
perseguidos y hasta sometidos a muerte (ej. Dn. 7:25 cf. Mt. 5: 10,11; 24:
9,10), se puede entonces ver un símil minúsculo del gran conflicto a través de
la adoración de estos dos hijos de Adán.
Conclusiones
Somos llamados a evitar que el postmodernismo haga
de las suyas en el rebaño que Dios nos ha dado. Cuando hagamos un plan de
acción misionero, programa de culto, reunión, campamento, y cualquier otra
actividad, no nos concentremos tanto en el hombre sino en Dios, pues al centrar nuestros cultos en el hombre
fácilmente se convertirá en un “culto a la carta”. Así como Abel, siguió los
lineamientos de Dios, pero Caín simplemente los desobedeció poniendo sus
criterios o su “estilo propio”, y fue esa su perdición. Entonces sí importa la
forma, aunque algunos no lo vean así. .Ahora no es el fin de este artículo
desanimar a la realización de un culto inspirador y bonito, al contrario, sin
embargo la prioridad debe ser Dios, pues él se merece toda la adoración por los
siglos de los siglos Amén.
Pr.
Heyssen J. Cordero Maraví
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