“En
el Principio Dios creó Dios los cielos y la tierra” (Gn.1:1)
El primer
verso de la Biblia
es más que importante al empezar una lectura de la Biblia. El versículo declara: “En el principio…”, la palabra “principio” en el idioma hebreo es la
combinación de dos vocablos: La preposición beh
(en) y el sustantivo rosht (cabeza), literalmente significaría “en la cabeza”. No obstante las
traducciones prefieren un lenguaje más sencillo, y han traducido: en el
principio, inicio, comienzo, génesis, empiezo, etc. ¡Qué interesante verdad! En
la cabeza, Dios… La Biblia
también enseña que Cristo es la cabeza
de la iglesia, y de todo hombre (1Cor. 11:3).
En los tiempos
bíblicos, la cabeza era símbolo de prioridad, importancia, primer
lugar, autoridad, poder, jefe, capitán, etc. Por ello, incluso la Biblia , nos dice que
debemos ser cabeza y no cola (Dt.
28:13).
Hoy que es el
primer día de lectura del libro, te pregunto, ¿Es Dios la cabeza de tu vida? ¿Es Dios la
prioridad de tu familia? ¿Es Dios la el capitán de tu trabajo, lo más importante en tus estudios, tu cargo en la iglesia, y
hasta de tu dinero? ¿Dios es la cabeza en tus planes, proyectos y sueños? Es probable que durante estos días pasados hayas experimentado bajas en algún o varios aspectos de tu vida. Y Dios no fue
en nada, la cabeza de tu vida, el principio, lo más importante, no fue la
prioridad de tu vida, el jefe de tu familia, lo más importante en tu vida, tus
planes y proyectos.
Era un 31 de
diciembre a las 11:45 de la noche cuando el timbre dio aviso que alguien
llamaba a la puerta. Era nada más y nada menos que un dirigente muy admirable
en la iglesia que pastoreaba, en fuerte llanto me abrazó y dijo: “¡soy un
desastre! jamás imaginé llegar a donde me encuentro, quisiera morirme hoy
mismo, pues no vale la pena seguir viviendo así” Le miré fijamente a los ojos
que se mostraban desesperados y tan angustiados, y le dije: “Sí vale la pena
seguir viviendo hermano, estás vivo, y eso quiere decir que hoy puedes empezar
de nuevo, Dios te tiene aún en sus planes…”. Si Dios no ha sido la cabeza de tu vida en este año, no te
angusties, mírate, estás vivo, estás respirando y eso indica que Dios te da una
oportunidad nueva, ve a él hoy mismo, ve tal como estás, y pídele él sea este año
nuevo la cabeza de tu vida, la prioridad de tu vida. No dudes más, él te está
esperando.
Pr.
Heyssen J. Cordero Maraví
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