"Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país" (Génesis 34:1).
Jacob y su familia llegaron sanos y salvos a Siquem, tal como Jacob le había pedido a Dios (Gn.33:18). Llegaron a Canaán y compraron tierras a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas de plata (Gn.33:19). En ese mismo lugar, cien años antes, Abraham había estado y fue cuando erigió su primer altar en la tierra de promisión. Este lugar es especial también, porque allí, Jacob construyó el pozo donde aproximadamente 1700 años después Jesús se encontrara con la mujer samaritana (Jn.4:14). Este lugar pudo ser recordado como uno de los lugares más especiales, pero se manchó en un lugar de violencia y derramamiento de sangre.
El capítulo 34 empieza diciendo: "Salió Dina [...] a ver a las hijas del país" (Gn.34:1). Dina fue educada como una hija de Dios. Al margen de sus defectos (como todo padre), Jacob inculcó a sus hijos el temor a Dios. Sin embargo, Dina, única hija sintió atracción por el estilo de vida de las hijas siquemitas. ¿Sus vestidos? ¿Sus joyas? ¿Sus relaciones con los demás jóvenes? ¿Su forma de divertirse? ¿Su música? No lo sabemos.
Salió "a ver a las hijas del país". Toda acción tiene su reacción, al menos así lo explica la tercera ley de Newton. Pablo es más claro: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gal.6:7). Dina fue "deshonrada" y "afligida"por Siquem, príncipe del país, hijo de Hamor. Triste historia. Pero más triste fue la consecuencia de todo ello. Después de tenderles una trampa, Simeón y Leví, hijos Jacob y hermanos de Dina, asesinaron a todos los varones que se habían circuncidado. Todos a filo de espada, incluyendo Siquem y Hamor, su padre. ¿Se lo merecían? ¿Pagaron "justos por pecadores"? ¿Quién tuvo la culpa? ¿Se pudo evitar? Muchas preguntas y pocas respuestas. La historia de hoy nos presenta lo terrible que pueden ser las consecuencias de nuestras decisiones o actos.
¿Qué hubiera pasado si Dina no se habría aventurado a caminar con las hijas del país arriesgándose a entrar en relaciones con impíos? ¿Qué hubiera pasado si Siquem no hubiera actuado locamente deshonrando a Dina, cegado por el placer y la pasión? ¿Qué hubiera pasado si Simeón y Leví hubieran dejado la justicia en las manos de Dios? Todas podrían tener respuesta sencilla: NADA. Sin embargo, Dina, Siquem, Simeón y Leví actuaron; ese acto tuvo su reacción. ¡Cuántas lágrimas y pesares nos ahorraríamos si tan solo aprendiéramos a vivir en los caminos de Dios! Ni Dina habría pasado por esa tormenta, ni Siquem habría llevado pesar a su país, ni Siméon y Leví se habrían convertido en asesinos de todo un pueblo.
¿Qué hubiera pasado? Es una pregunta cruel. Sí. Hoy es un nuevo día. ¿Qué decisiones tomarás? ¿Qué estás a punto de hacer? ¿Sabes que lo que hoy harás puede traer consecuencias tristes para ti y para los que más amas? No dejes que un momento de "placer" destruya tu vida y familia. No permitas que un momento de "cólera" destruya tu vida y la vida de aquellos que a veces ni culpa tienen.
Buen día!
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¡Dios te bendiga mucho!
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