"Estos son los nombres de los hijos de Aarón. Sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio" (Números 3:3).
Las doce tribus de Israel formaban y marchaban de manera organizada y en orden porque tenían líderes (los levitas: gersonitas, coatitas y meraritas) organizados y ordenados. Así de sencillo. Dime cómo están tus líderes y te diré como está tu pueblo. El pueblo de Israel tenía líderes que seguían la dirección de Dios, por ello el pueblo marchaba en orden y con disciplina.
No hay iglesias que marchen bien si sus líderes marchan mal. Sobre los peligros de un liderazgo pobre, Elena G. de White destaca: "Todo el cuerpo está enfermo por causa de la mala administración y cálculos errados" (Liderazgo cristiano, p. 9). El éxito o fracaso de un pueblo/institución/iglesia tiene que ver con liderazgo en un 70%. Es por ello que Dios consagró a la tribu de Leví para una labor especial.
¡Dios los bendiga!
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