La historia de Balac y Balaam es más que interesante. Se puede ver al rey Balac, el enemigo de Dios, invadido por el temor y la angustia... Quiere destruir al pueblo de Israel a toda costa. Pero sabe que el pueblo de Jehová triunfará sí o sí. No tiene opción de ganar con solo fuerzas y espadas. Necesita intervención "divina" si desea vencer a Israel. Conoce cómo Israel ha ganado todas las batallas que ha peleado de la mano de Su Dios. Pero también conoce que no "todos los hijos de Dios" son Hijos de Dios. Conoce de un profeta corrupto, un profeta que está dispuesto a maldecir y a profetizar contra todo lo que se le pida por "regalos", él es Balaam.
Balac, era un idólatra, y como tal creía en los hechizos y magia. Y es que la idolatría (aunque sea cristiana) estará ligado de alguna manera u otra a creer en la magia negra, la magia blanca, maldiciones y bendiciones... Balac pensaba que Jehová era como Balaam, que puede bendecir y maldecir por "sacrificios", "ofrendas", "regalos", etc. Esto es interesante porque en gran medida la gente conocerá a Dios a través de nosotros. Pablo diría que somos cartas abiertas (2 Cor.3:2). Balac razonó y pensó: "Si Jehová es quien pelea y gana las batallas, y Balaam es su profeta y es corrupto... entonces vayamos con su representante. Total, Israel es una nación de esclavos y pobres, y nosotros somo ricos y con posesiones".
Cuando Balaam recibe la visita de los mensajeros del rey moabita, trata de argumentar, les responde con ambigüedades. Les dice que él depende de Jehová. Si Balaam hubiera querido realmente hacer la voluntad de Dios hubiera sido tajante en decir: Es imposible porque Israel es el pueblo bendecido por Dios. Dios no va a maldecirlos jamás porque ellos son su pueblo. Simple y claro. Pero no, consulta y pregunta a Dios sabiendo la respuesta que Dios le dará. Y ante la respuesta dudosa y sombría de Balaam, el rey Balac entiende que el "profeta corrupto" quiere mejor atención y más "regalos", una mejor oferta. Y así fue. Regresan con más consideraciones y presentes, y Balaam, nuevamente da vueltas al asunto y le consulta a Dios sabiendo ya la respuesta. Ante esto, Dios le dice que vaya, pero le dice que vaya no porque sea su voluntad, sino porque ve que Balaam está cegado y entercado.
Es por ello que el Angel de Jehová salió a su encuentro y quiso matarlo, porque Balaam no entiende y al ir con Balac se convierte en el enemigo de Dios y Su pueblo. No obstante, gracias a su asna, Balaam no murió. Y es que el profeta estaba tan cegado por el amor a las riquezas, que le era imposible mirar asuntos celestiales. Ni cuando la asna le habla él entiende, y lejos de sorprenderse del asna que habla, discute con el animal... Esto parece cómico, no lo es. El pecado nos ciega, la maldad y el amor a las cosas mundanas nos ciegan tanto que todos pueden ver que estamos mal, y solo nosotros pensamos diferente.
¿Estás pidiendo la dirección de Dios sabiendo cuál será la respuesta? ¿Quieres que apruebe tu relación con una persona que la Biblia te dice que no? No busques respuestas de Dios cuando ya las sabes. No intentes buscar la aprobación de Dios tercamente, porque si de pronto parece que Dios la aprueba, es por tu necedad y no porque sea lo mejor para ti. Por otro lado, un profeta en la Biblia no solo predice eventos futuros sino que era un mensajero de Dios, un predicador... Tú y yo somo profetas. No olvidemos que somos mensajeros de esperanza, no de maldiciones. Finalmente, nadie puede hacer nada contra el pueblo de Dios. Dios lo bendice y punto.
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