Pablo trata de explicar con palabras sencillas y no con palabras complicadas el reino de los cielos, las cosas espirituales. No es una tarea complicada. En estos tiempos, la gente queriendo hacer alarde de sus conocimientos teológicos y filosóficos suele enseñar difícil algo tan sencillo como que Dios me ama y quiere morar conmigo para siempre, y mientras tanto espera que viva según su voluntad expresada en su Palabra. ¿Hay algo más sencillo que ese evangelio? No lo hay. Por eso, como predicador o maestro no olvides que: “Fácil es enseñar difícil lo fácil; difícil es enseñar fácil lo difícil”. Pablo inicia el capítulo diciendo: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría” (1 Cor 2:1). Pablo era un notable teólogo y tremendo filósofo, pero no, sabía que los corintios eran gente sencilla que debía saber solo que Jesús era El Salvador del mundo y quiero a salvarlos a ellos. No te compliques la vida querido amigo lector, el evangelio es sencillo, Jesús nos enseñó tan simple pero con una profundidad grande que transforma.
En ese contexto, los inconversos no llegan a entender muchas veces porque las cosas espirituales deben entenderse de ese modo también. Así, Pablo cita a Isaías: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9). ¡Extraordinario! Cuando leemos el libro de Apocalipsis podemos notar que Juan, el escritor del libro, suele usar muchas veces algunas palabras que valen la pena recordarlas: “COMO, SEMEJANTE, PARECIDO, etc”
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz COMO DE TROMPETA” (Ap. 1:10).
“Su cabeza y sus cabellos eran blancos COMO blanca lana, COMO nieve; sus ojos como llama de fuego” (Ap. 1:14).
“y sus pies SEMEJANTES al bronce bruñido, refulgente COMO en un horno; y su voz COMO estruendo de muchas aguas” (Ap. 1:15).
Estos son solo ejemplos de todo lo que el libro de Apocalipsis contiene especialmente para referirse a cosas que nosotros no hemos visto jamás. Y que Juan, trata de encontrar las palabras más adecuadas para explicarnos lo que vio. El escritor trata explicar con palabras humanas y conocidas por sus lectores, todo lo que vio en visión y que muy probablemente no vio jamás en su vida terrenal. Por eso dice: “Vi también COMO un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que habían salido victoriosos sobre la bestia, sobre su imagen y sobre el número de su nombre, en pie sobre el mar de cristal, con arpas de Dios” (Ap. 15:2). No dice que hay un mar de cristal, sino COMO UN MAR DE CRISTAL. Trata de explicar en palabras humanas y sencillas algo que quizás ni el mismo sabía a ciencia cierta lo que era.
Pero, ¿qué es lo que desea destacar Pablo en la epístola a los corintios? Los ojos físicos son insuficientes, nuestra mente humana son limitadas para entender o comprender lo que Dios nos tiene preparado. Allí el dolor y las lágrimas no existirán más. El covid 19, todas sus variantes y mutaciones serán pasado. El cáncer, la diabetes, el miedo y la depresión, la hambruna y los desastres naturales solo serán un recurso vago de lo que fue vivir en un mundo de pecado.
Viene un día, muy pronto, en que nuestras mentes, ojos y oídos entenderán, verán y oirán lo que Dios nos viene preparando con mucho amor (Juan 14:1-3). Yo anhelo que llegue ese día, ¿y tú?
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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