Este es el tercer Salmo de la serie de cánticos que los israelitas entonaban en su peregrinaje rumbo al templo de Jerusalén. El texto empieza diciendo:
“Yo me alegré con los que me decían:
A la casa de Jehová iremos” (v.1).
Claramente David escribe este Salmo pensando en las personas que se preparan para hacer el peregrinaje rumbo al templo de Jerusalén. Evidentemente David jamás hizo un viaje tan largo a Jerusalén, y mucho menos entró al templo majestuoso que construiría Salomón. Sin embargo, inspirado por el Espíritu Santo hace una proyección profética de la Casa de Jehová y cómo debería ser la actitud de los adoradores.
Según los comentaristas de la Biblia, probablemente este cántico era entonado cuando llegaban a Jerusalén (v.4), e ingresaban al templo. ¿Te imaginas? Los miles de israelitas vienen de todas partes y cantan este Salmo, glorificando el nombre de Dios a las puertas del templo, o cerca a los muros del templo. Piden paz para Jerusalén.
En la actualidad ya no hacemos peregrinaciones para ir al templo, tenemos templos cerca a casa (no existe un templo central o principal en el mundo donde adoremos como lo hacían los israelitas), no obstante, estamos caminando en la fe rumbo a Jerusalén celestial, y cuando sea el día señalado, cantaremos el cántico de Moisés y del cordero (Apocalipsis 15:3-4). ¿Estás preparándote para este día?
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
#MensajesDeEsperanza #PrimeroDios #rpSp
Si deseas recibir un Mensaje de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp 📲 https://chat.whatsapp.com/E1KNXwPwFxT7h93DfDHFb2
No hay comentarios:
Publicar un comentario