El llamado a Mateo como discípulo de Jesús es singular, pero la respuesta a ese llamado es realmente extraordinaria. El texto bíblico es contundente: “Y dejándolo todo, se levantó y le siguió” (Lucas 5:28). Acá notamos claramente tres verbos que denotan tres acciones marcadas para una pregunta básica: ¿Quién es un discípulo? Es alguien que DEJA TODO, SE LEVANTA y SIGUE A JESÚS. No hay ambigüedades en esta respuesta, no existen titubeos en Mateo, el publicano.
Mateo no era un pescador, o un agricultor. Tampoco era carpintero como la familia de Jesús. Él era un publicano, él “representaba un cargo de alto prestigio y responsabilidad, estos podían requerir y comisionar auxiliares entre los naturales de la región, dando lugar a una segunda clase de publicanos, que aunque no eran los titulares del contrato público, formaban parte lata del concepto”. Él gozaban de mucho prestigio por trabajar para el imperio romano, pero por tratarse de asuntos de dinero, eran “odiados” por los judíos que veían en ellos a “traidores” y “abusivos”, por hacer muchas veces, cobros injustos.
Tú puedes imaginar a Mateo como un judío de clase media alta. Funcionario del imperio romano, que había hallado gracia Romana, pero que era rechazado por los judíos, por sus paisanos. Cansado de una vida llena de miradas de odio, insultado, rechazado y hasta escupido, un día escucha de Juan el Bautista el primer mensaje de salvación, y luego, cuando Jesús lo llama, él responde DEJÁNDOLO TODO, LEVANTÁNDOSE Y SIGUIÉNDOLE hasta el último día de su vida.
DEJAR TODO.- No puedes servir a dos señores (Mateo 6:24). Tienes que dejar todo lo que te obstaculiza servir a Dios si deseas ser un fiel discípulo. Esto no quiere decir que debemos dejar trabajo, familia entre otras cosas para servir a Dios, sino que indica que debemos dejar todo lo que nos es piedra de tropiezo o que constituya una barrera para servir a Dios.
LEVANTARSE.- Esto indica acción. No podemos seguir a Jesús sentados. Inactivos o con un servicio pasivo. El seguidor de Cristo es dinámico, es acción. Es levantarse de la inacción de la vida para iniciar una vida de acciones en pro de las personas. Levantarnos para servir a los demás compartiendo esperanza.
SEGUIRLE.- El discípulo de Cristo lo sigue. Seguir a Jesús es ir detrás de Él. Es dejarse guiar por Él, es dejarse llevar y seguir sus posadas por donde Él vaya. No pretendas ser discípulo de Jesús sino estás dispuesto a seguirlo, a ir tras sus pisadas. Jesús tiene que guiar nuestras vidas. No debemos tratar de que Jesús se acomode a nuestras vidas sino todo lo contrario, Jesús debe acomodar nuestras vidas. Mateo murió como mártir en Nadaver, Etiopía. Mateo vivió siguiendo a Jesús hasta la muerte.
¿Eres discípulo de Jesús? DEJA TODO, LEVÁNTATE Y SÍGUELO hasta el último día de tu vida.
Feliz día.
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Si deseas recibir Mensajes de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp https://chat.whatsapp.com/Bj8AV5Sthtj6hNjdM0ujKG
#rpSp #PrimeroDios #MensajesDeEsperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario