Estamos viviendo tiempos difíciles, y sí, aunque parezca una declaración trillada, es la verdad. La pandemia, la economía, la misma situación política, no es para menos. Pero, ¿debemos sorprendernos? ¿Es esto algo nuevo y no hay más salida?
¿Qué mejores palabras que las de Cristo, ante mucha incertidumbre y preocupación sobre el futuro, en estos tiempos? Y es que el ser humano, a pesar de ser creyente, religioso y hasta adventista, no deja de ser un “ser humano” con sentimientos, dudas, sueños, anhelos e ideales. Somos de carne y hueso, cada uno buscando su propio camino rumbo a un mejor porvenir.
En el Perú estamos en plenas elecciones, aún no se tiene oficialmente al nuevo presidente del país. Sin embargo, sea quien gane, genera preocupación en un grupo y alegría en otro. Los que se preocupan tienen sus razones, y los que se alegran, también. No obstante, lo que causa impresión en mi corazón, es lo débil que somos. El ser humano deposita su confianza en personas, en seres humanos que son tan frágiles como tú y como yo; y se olvida que es Dios quien, finalmente, define el futuro porque lo permite.
Hace 2000 años aproximadamente, Jesús vio el presente que vivimos, pero no se quedó en el presente sino que sabe cómo terminará esto. Dios vio el COVID 19, y las tragedias, Dios nos vio llorar. Dios sabe lo que nos atemoriza, pero no es un Dios pasivo como pareciera sino que interviene. Solo tenemos que aprender a confiar y depender en Él y no en hombres, porque ellos siempre fallan. Solo es cuestión de tiempo. Dios interviene de maneras que no nos imaginamos.
Miren lo que dice Marcos: “Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin” (Marcos 13:7). ¡PERO AÚN NO ES EL FIN!
Pero continúa diciendo: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos” (Marcos 13:8). ¡PRINCIPIO DE DOLORES SIN ESTOS!
¡La Biblia es palabra verdadera! No te dice que “NO HABRÁ MÁS POBRES EN UN PAÍS RICO”, tampoco te dice que tendrás: “SALUD, COMIDA y TRABAJO”. La Biblia no miente. La Biblia es certera. Te dice que todo lo que vivimos NO ES EL FIN, y que ES PRINCIPIO DE DOLORES. No te dice lo que quisieras escuchar, te dice que esto se pondrá PEOR. Es principio de dolores. ¿Pasará la pandemia del covid 19? Claro que pasará, pero vendrá otra peor. Eso dice la Biblia. Es por eso que debemos tener cuidado en esperanzarnos en tal o cual persona, en tal o cual candidato... tú como creyente, como adventista, como cristiano debes CONSTRUIR TU CASA sobre la ROCA QUE ES CRISTO (Mateo 7:24-27). Es natural alegrarse si gana tu candidato, y preocuparse si pierde, es normal. Pero cuidado, cuidado con que tus sentimientos sean tan fuertes que deseas lo malo para tu prójimo a costa de lo bueno para ti, al menos en tu mente. Este mundo no es nuestro hogar, somos peregrinos. Todo esto es pasajero. AFÉRRATE A LAS PROMESAS DE CRISTO. Solo en ellas, en ninguna otra promesa. ¿Amén?
Mira lo que finaliza diciendo Jesús: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Marcos 13:13). FALTA QUE NOS ABORREZCAN EN ESTE MUNDO, al menos en este lado del mundo, por causa de Cristo. Pero termina diciendo: MÁS EL QUE PERSEVERE HASTA EL FIN SERÁ SALVO”. Esa palabra en griego (perseverar) tiene que ver con FIDELIDAD, CONFIANZA. Mejor dicho, el que es fiel y tiene confianza en Dios hasta el fin, será salvo. ¿Pero confianza en quién? ¿En seres humanos? NO. CONFIANZA EN DIOS, en el único que merece nuestra CONFIANZA. ¿Amen? ¡Seamos fieles! ¡Tengamos confianza en DIOS hasta el fin!
Feliz día.
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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