jueves, 17 de junio de 2021

TODO LLAMADO ES PARA SER ENVIADO - LUCAS 6:12-16


La palabra discípulo viene del griego matethés, que significa “alumno, seguidor”, “aprendiz”. Lucas refiere que Jesús tuvo doce discípulos a quienes los llamó después pasar toda la noche orando (Lucas 6:12). Estos doce hombres eran, tal como lo refiere John MacArthur: “Doce hombres comunes y corrientes”. No eran los mejores hombres de entre los hebreos, tampoco eran los peores, pero eran “comunes, sencillos, simples”. 


Algunos han llegado a decir que de entre los doce, el único que podría haber calificado como “el mejorcito” o el “más capaz” por su “currículum vitae” habría sido Judas Iscariote. Y es que debemos recordar que Jesús no llamó a sus discípulos por lo que eran, sino por lo que podrían llegar a ser si APRENDÍAN DE ÉL, DE ÉL COMO MAESTRO. Y es ahí donde es necesario entender la palabra DISCÍPULO. Ayer vimos que un discípulo es un seguidor, y un seguidor es guiado por Jesús, el discípulo va detrás del maestro, pisa en las mismas pisadas... esto resulta obvio, pero no lo es.


Ahora, otra palabra a analizar es apóstoles, que viene del griego apolostolos que indica “enviado”, “mensajero”, “embajador”, es alguien que no se queda en su terruño, es alguien que es enviado con un mensaje a otro lugar. Así, el texto dice: “llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles” (Lucas 6:13). TODO LLAMADO A SER DISCÍPULO ES TAMBIÉN LLAMADO APÓSTOL, y es que un SEGUIDOR DE JESÚS también es alguien que es ENVIADO.


Jesús LLAMÓ a sus discípulos, a sus SEGUIDORES, ¿por qué son seguidores? porque SIGUEN A JESÚS. Jesús vino de las mansiones celestiales, dejó su gloria para salvar a la humanidad, NO SE QUEDÓ EN EL CIELO, Jesús fue enviado por el padre y así fue.  Del mismo modo, Jesús también nos llama, Él es nuestro ejemplo. Juan diría: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Juan 17:18). ¡Amén! ¡Extraordinario! Nadie que acepte que fue llamado por Jesús como su discípulo debiera rechazar la misión de IR, DE CUMPLIR LA MISIÓN. No hay llamado sin misión. Dios llama, Dios envía. 


Inicia el día recordando que Dios te llamó para cumplir la misión de predicar el evangelio. Hay muchas formas, muchas maneras, todas ellas deben “enseñar todo lo que Dios ha mandado” (Mateo 28:19-20). ¿Amén? No hay llamado sin misión. 


Feliz día.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


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