Solo hay dos caminos a seguir en la vida del ser humano. Una vida de obediencia o de desobediencia a Dios.
"Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo: De Egipto llamé a mi hijo" (Mateo 2:14,15).
En la historia del viaje a Egipto aparecen dos formas de conducta humana: (1) José, siempre obediente, siempre prudente, siempre guiado por Dios; y (2) Herodes, iracundo y violento, haciendo siempre su propia voluntad y siempre defendiendo sus propios intereses, hasta la crueldad. ¿Cuál es nuestra actitud frente a la vida? ¿Eres un hombre como José o como Herodes?
1. JOSÉ, una vida de obediencia
De alguna forma u otra, Dios siempre guía a los que se dejan guiar por Él. Y José nunca ofreció resistencia a los pedidos de Dios. La Biblia dice que "se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue". No preguntó dónde se quedaría, si habría alguna casa, trabajo... simplemente obedeció a Dios demostrando así que era un hombre de fe y con razón Dios lo había elegido para ser le padre terrenal de Jesús. La fe nunca es perezosa. La fue es acción. Una vida de fidelidad permitió que los planes, la profecía de Dios se cumpliera a través de él, por su vida de obediencia.
2. HERODES, una vida de desobediencia
A diferencia de José, Herodes era un personaje cruel. Cuando el malvado rey descubrió que los magos no siguieron su instrucción de volver tal como él les había indicado se enfureció. Sintió la inseguridad de su trono. Creía que mientras el niño viviera su trono y su reino estaban en peligro y no se le ocurrió mejor idea que matarlo. Y para estar seguro, matar a todos los niños menores de dos años. Finalmente, después de haber matado a todos los niños sintió la seguridad nuevamente de ser el rey de Judea. Así, matando a inocentes, Herodes también cumplió la profecía: "Voz fue oída en Rama, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron" (Mt.2.18). Cumplió la profecía por su crueldad, por su amor propio e intereses.
Desde que José es llamado por Dios demostró fe. Una vida de fe y de fidelidad no se construye de un día para otro. José no fue fiel al saber que sería padre terrenal de Jesús. José demostró que era un hombre de fe en el momento que aceptó lo que Dios dijo sin dar argumentos, quejas dudas... Ahora lo vemos siendo obediente y fiel al escuchar a Dios y obedecer haciendo un viaje a Egipto. ¿Egipto? Sí, Egipto. Ese era un lugar muy conocido para José, conocido por historia... allí su pueblo vivió como esclavo más de cuatrocientos años.
La verdadera fe tiene que ver con obediencia. No hay alguien que diga yo tengo fe en Dios y viva una vida de desobediencia. Ya lo dijo Jesús: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Jn. 14:15), o como lo diría Santiago: "La fe sin obras es muerta" (Stg. 2:17). José fue fiel porque tenía fe y un hombre de fe es obediente. ¿Amén?
¡Hoy es un nuevo día! Que este día caminemos con fe y seamos obedientes a Dios a través de su Palabra.
¡Feliz día!
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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