Y llegamos al último capítulo del Antiguo Testamento. Y en seis versículos, Dios nos dejó un gran mensaje. ¿Cuál sería el último mensaje que dejarías a un pueblo desobediente, rebelde, orgulloso; pero que también es tu pueblo amado? Pues Dios nos dejó los siguientes:
EL DÍA DEL JUICIO. “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama” (v.1). Todos compareceremos ante el tribunal de Dios. Y en ese día cada uno recibirá lo que le corresponde. Es cierto, la salvación es por gracia, pero eso no descarta las buenas obras, pues dice claramente: “y todos los que hacen maldad serán estopa”, todos los que HACEN tiene que ver con acciones, obras. Así, ese día los soberbios y los malos serán eliminados completamente. Hagamos buenas obras.
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada” (v.2). ¡Extraordinario! ¿Quiénes verán el día del juicio cómo un día de alegría? Los que temen el nombre de Jehová. Ese día será de gran felicidad. Hay un día en el cual Dios enjugará toda lagrima,seremos recompensados por Dios aunque durante nuestra vida en la tierra lo hayamos perdido todo. Ese día es el día de Esperanza. ¿Amén?
LA LEY DE DIOS. “Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel” (v.4). La ley refleja el carácter de Dios, y es como el punto de partida para el juicio y el advenimiento de Jesús. ¿Cómo sabríamos si lo que estamos haciendo es bueno o malo? Tenemos que acordarnos de la ley de Moisés (que en realidad es la ley de Dios). ¿Por qué? Porque a veces los seres humanos inventan leyes que ellos consideran sin mejores y descartan otras que no les gusta, por ejemplo, el sábado. Hay iglesias que no lo toman como válido. Sin embargo, Dios nos dice, acuérdense de esa Ley, ¿qué ley? La que le di a Moisés en el monte Horeb.
EL PUEBLO DE DIOS, EL ÚLTIMO ELÍAS. “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible” (v.5). ¿El profeta Elías? Es significativo que en estas palabras de cierre del Antiguo Testamento, Dios hacer referencia tanto de Moisés y Elías. Ambos se encontraron con Dios en el monte Sinaí. Ambos también se encontraron con Jesús en el monte de la Transfiguración. Sin embargo, Elías había sido llevado al cielo en un carruaje de fuego hace más de 100 años. ¿Será que volvería para el día final? No. Elías es el mensajero, el que prepara el camino para la venida de Jesús, ¿quién hizo esa obra? JUAN, el Bautista. Sin embargo, en el contexto del texto, y a la luz de la profecía. HAY UN TERCER ELÍAS, y ese el Elías llamado para el último mensaje: ES EL PUEBLO ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA. Tú y yo que fuimos llamados para preparar el camino antes del juicio, antes de la segunda venida de Cristo. Ese Elías que deben restaurar la verdadera adoración y predicar que CRISTO viene pronto.
EL MENSAJE FINAL. “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (v.6). ¿Cuál es el papel de Elías en el tiempo del fin? Reconciliar a las familias. Esta promesa habla más de una reconciliación de familias. Cuando Dios vuelva el corazón de los hijos hacia los padres, también tiene en mente el volverse hacia el Dios de sus padres, hacia la fe de los patriarcas.
De todas las lecciones quisiera descartar el papel del Elías en el tiempo del fin. Y es que no es en vano que se eligió a Elías. Dios podía hacer dicho enviaré a Moisés, Noé, David, etc. Pero dijo Elías porque el ministerio de Elías es significativo. Vivió en tiempos difíciles, y en medio de todo, cumplió un ministerio extraordinario. Esa actitud valiente, ese ministerio fiel es el que nos encomienda Dios en los tiempos finales, para este tiempo. Estamos viviendo en el fin del tiempo del fin. Alguien decía, estamos viviendo ellos minutos complementarios de la historia de la humanidad. Hay una misión, hay un mensaje que compartir: RESTAURAR LA VERDADERA ADORACIÓN Y PREDICAR QUE CRISTO PRONTO VOLVERÁ. ESA ES NUESTRA MISION. ¿Aceptas el desafío?
¡Feliz día!
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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