Lucas finaliza el Hechos 2 diciendo: “y el señor añadía cada día a los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47). Un discípulo que persevera unánime cada día en el templo y que tiene una experiencia de comunidad en casas, es un discípulo que produce frutos; es decir, nuevos discípulos. Esto es notable en el texto y es que cuando se hace un trabajo en el lugar donde vivimos, en el terreno misionero, los frutos se van a ver, nuevos discípulos nacerán para Cristo.
El texto dice: “Y el Señor añadía cada día a los que habían de ser salvos”. Estas palabras son muy profundas. Las personas que eran añadidas a la iglesia no eran personas que estaban pasando por una campaña y decidieron bautizarse, no. El texto deja en claro que esas personas habían de ser salvos, y para que esto suceda tenían que estar preparadas.
Lucas, el escritor del libro de Hechos, nos dice eso. Estas personas que eran añadidas a la iglesia cada día serían salvas. Es decir, para que el escritor bíblico diga eso, era porque sabía de la preparación de los bautizados. Otro detalle importante es que esto no era solo los sábados, de hecho, que el día más especial es el sábado y de seguro que se realizaban grandes bautismos, pero el texto dice: “Cada día”. Es decir, todos los días. Los bautismos no solo se daban el sábado sino todos los días. ¿Amén?
Acá se nota claramente el trabajo de los Grupos Pequeños o Unidades de Acción en la comunidad, en el barrio, en el vecindario o en el pueblo. Este es un Grupo Pequeño durante la semana y una Unidad de Acción el sábado en el templo. Cuando las Unidades de Acción se reúnan también en casas para evangelizar en su terreno misionero a sus amigos, vecinos y familiares veremos el nacimiento de nuevos discípulos cada día, pero no discípulos sin preparación sino preparados (que hayan estudiado la Biblia), que hayan aprendido de la Biblia y acepten entregarle a Jesús sus vidas.
¡Bautismos todos los días! ¿Te imaginas? ¿Se hacían campañas públicas grandes? De seguro que sí. Pero no solo eran campañas públicas sino bautismos diarios, cada día, todos los días. Y es que el evangelismo es un asunto diario, un tema de todos los días porque es un estilo de vida. Pero esto solo sucederá cuando los adventistas, tú y yo, dejemos la comodidad del templo y nos atrevamos a impactar nuestros barrios, edificios, condominios, etc., a través de los Grupos Pequeños en las casas. ¿Amén? Nuevos discípulos todos los días, cada día.
Es tiempo de volver a nuestros orígenes. Es tiempo de volver a la Escuela Sabática como la plataforma ideal para efectuar el discipulado bíblico, que sean grupos pequeños a la vez, grupos pequeños en las casas durante la semana para ver ¡más nuevos discípulos cada día!
Recuerda, UN DISCÍPULO DE CRISTO:
¡Celebra en el templo! ¡Edifica en la casa! ¡Salva en la comunidad! ¿Amén?
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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