En la barca de la vida muchas veces nos encontraremos en medio de tormentas. Nos encontraremos en situaciones difíciles, complicadas por un tema laboral, económico, emocional, de salud; y es ahí donde nuestros ojos se velan, porque a causa de la tormenta, podemos ver las cosas como no son.
La historia bíblica de hoy nos lleva a una noche oscura donde en medio de la tormenta, Jesús aparece caminando sobre las aguas, para ayudar a sus discípulos que están desesperados y con temor a naufragar. Sin embargo, lo que habría sido una acción grandiosa para sus discípulos, simplemente fue “tenebrosa” porque ellos pensaron que era un “fantasma”. Y es que así somos, las tormentas de la vida distorsionan nuestras vistas, nos hacen ver cosas que no son. Así, los discípulos viendo caminar a Jesús sobre el mar creyeron que era un fantasma. Jesús venía a ayudarles y ellos creían que Jesús “era motivo de temor”.
Sin embargo, Jesús les dice: “NO TEMAN, YO SOY”. ¿Por qué estar atemorizados? ¿Por qué temer si es Jesús quien nos ofrece su mano poderosa? Jesús calma la tempestad. Jesús viene a darle paz y esperanza a tu vida. Jamás creas que Jesús viene a “malograr” tu vida. Jamás pienses qué hay perdida siguiendo a Jesús.
Hace casi dos años, antes de la pandemia, vi con tristeza cómo una familia fiel de la iglesia, en pocos meses, se estaban alejando poco a poco del rebaño de Dios. Les llegué a escribir y posteriormente, al no hallar respuesta, les llamé. Les pregunté ¿qué había pasado? A lo que el esposo me respondió: “Dios quiere que yo sea rico. Los hijos de Dios están llamados a ser cabeza y no cola. Por lo tanto, “ratoneando” en mi vida, yendo paso a paso, poco a poco… viviendo de migajas, jamás lograré éxito ni libertad financiera. Tengo que descubrir nuevos rumbos, y para eso debo prepararme y juntarme con gente exitosa que piensa como yo y mejor… que me lleve a otro nivel. Por lo que, con todo el cariño que le tengo, no volveré a tocar el tema con usted porque siento que no me entiende y no me entenderá”.
Mientras él me decía eso, no podía creer lo que escuchaba. Le dije que seguiría orando y que, estaría ahí siempre para servirle. Así nos despedimos.
Hace algunos días me escribió. Fue triste leer su largo mensaje. Se había separado de su esposa, sus hijos vivían con su mamá. Estaba endeudado por un negocio “tipo piramidal”, y entre sus amigos “que le ayudaban a llevar su vida a otro nivel” conoció a una mujer que, en sus palabras: “destruyó mi vida y la de mi familia”.
“Yo busqué este tipo de vida porque me sentía limitado por la fe adventista. Tenía deudas y una vida muy simple. Y sin embargo, jamás imaginé que era feliz ahí. Hoy, no conseguí lo que busqué, y sumado a eso, soy más infeliz que nunca. Me fui de la iglesia como jugando, porque sentía que Dios no se interesaba en mi prosperidad…”
Seguramente has escuchado o leído que la declaración “NO TEMAS” se repite 365 veces en la Biblia. No las he llegado a contar, pero estoy seguro de que es así, porque se trata de una promesa extraordinaria. Jesús nos dice en repetidas oportunidades estará con nosotros todos los días, a nuestro lado (Josué 1:9; Deuteronomio 31:16; Jueces 6:12; Jeremías 15:20; Isaías 41:10; Mateo 28:20; Hebreos 13:15). ¡Qué maravillosa noticia! ¡Alabado sea Dios! Saber que Dios está con nosotros cada día, es realmente maravilloso. Por lo tanto, no tengas miedo.
Jesús estuvo, está y estará con nosotros, todos los días hasta el fin del mundo… ¿amén? No temas, no claudiques en tu fe. Dios quiere bendecirte pero no lejos de Él sino en Sus manos de poder. La felicidad y el éxito no están en cosas, sino en ALGUIEN, y ese alguien es Dios. No lo olvides jamás.
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
Si deseas recibir un Mensajes de Esperanza cada día, únete a nuestro grupo de WhatsApp https://chat.whatsapp.com/Bj8AV5Sthtj6hNjdM0ujKG
#rpSp #PrimeroDios #MensajesDeEsperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario