LA ADORACIÓN VERDADERA ES MOTIVADA POR EL AMOR - LEVÍTICO 20

“Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos” (Levítico 20:26).

Una vez más Dios llama a vivir en santidad, y la razón es sencilla: Dios es santo, y espera un pueblo santo. Al igual que en el capítulo 19, la lectura de hoy nos muestra algunas otras costumbres o pecados que el pueblo de Dios debía evitar, o se les prohibía. 

Todos estos detalles nos muestran lo importante que resulta la vida santa para Dios, dejando de lado aquellas creencias que dicen que DIOS MIRA EL INTERIOR DEL SER HUMANO Y NO EL EXTERIOR. Desde el principio, es menester recordar que el pueblo del Dios verdadero debe vivir apartados del mal y de toda costumbre, que interrumpan la verdura adoración a Dios. Entre estas costumbres, estaba la adoración a Moloc:

Moloc era adorado por medio de calentar una estatua de metal el cual representaba al dios, hasta que se ponía al rojo vivo, luego se colocaba un niño vivo en las manos extendidas de la estatua, mientras se tocaban tambores los cuales ahogaban los gritos del niño hasta que moría quemado.

El antiguo culto fenicio a Moloc , que envolvía sacrificios infantiles, desviaciones sexuales (especialmente homosexualidad, bestialidad e incesto), consulta a los muertos, así como toda una serie de prácticas religiosas extranjeras, destruiría el vínculo sagrado entre Dios y su pueblo. De ahí el severo mandamiento que ordenaba ajusticiar a todo transgresor.

Dios dijo que esta práctica era detestable y que estaba estrictamente prohibida. En tiempos del Antiguo Testamento, así como en el Nuevo, el carácter de Dios hace que estos sacrificios humanos sean impensables:

1. A diferencia de los dioses paganos, Dios es amor y no necesita ser aplacado.

2. El es un Dios de vida, que prohibe el asesinato y que anima a prácticas que hacen la vida saludable y feliz.

3. Dios cuida de los desamparados y muestra especial interés por los niños.

4. El es un Dios de altruismo, que en lugar de demandar sangre, da su vida por otros.

5. Dios es amor y jamás demandaría muerte de un hijo.

En estos últimos tiempos, también hay ideas extrañas sobre adoración a Dios. Por ejemplo, con el apogeo de las Iglesias emergentes que han relativizado el tema de la adoración bajo la premisa de que lo que importa es lo que se siente, y donde las emociones juegan un papel transcendental en el adorador, donde no les importa las recomendaciones bíblicas, sino lo que la cultura acepta como verdad. Así, en este tiempo, aunque ya no hayan “Molocs”, como antaño, hay “Molocs modernos”, hay otras formas de adoración muy lejanas a la Biblia.

Es por eso, que como pueblo debemos tomar muy en serio el tema de la adoración, siguiendo lo que dice la Biblia y no lo que me dictan mis sentimientos, gustos u opiniones.

Feliz día.

Pr. Heyssen Cordero Maraví 

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