"Cada mañana, cuando Aarón prepare lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar, y también al caer la tarde, cuando las encienda. Las futuras generaciones deberán quemar siempre incienso ante el Señor" (Ex. 30:7,8).
Uno de los accesorios dentro del lugar Santo, en el Santuario, era el altar del incienso; que al igual que los otros accesorios debía ser construido de manera cuidadosa y especial. Como todo el santuario, el altar del incienso fue diseñado tal como Moisés lo vio del modelo del santuario celestial. Entender este detalle es de vital importancia, porque nos recuerda que todo el santuario es parte del plan de salvación.
En ese contexto, el altar de incienso simboliza "las oraciones que ascienden desde el altar del corazón hasta Dios (Sal. 141: 2; Luc. 1:10; Apoc. 5: 8; 8: 3, 4)" que deben ser presentados ante Dios cada vez que se preparare lámparas. Las "lámparas" simbolizan:
(1) La luz individual y como iglesia (Mt. 5:14 y Ap.1:12,20).
(2) Representa el Espíritu Santo para alumbrar a la iglesia (Zc. 4:2-6; Ap. 4:5).
(3) Sin embargo, en el más alto sentido posible, señala a nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Juan 9: 5) quien es la luz del mundo (Juan 1: 4; 8: 12; 12: 46).
Podemos ver que siempre que buscamos, (1) ser luz del mundo, (2) la presencia del Espíritu Santo y (3) la guía de Jesús y Su palabra (Sal. 119:105) debemos hacerlo en oración ferviente. Oraciones que sean un diálogo sincero con Dios, y no un mero rezo de frases que a veces no guardan relación con nosotros.
La oración debía ser hecho en la mañana y en la tarde, dicho de modo más literal: sería de madrugada y antes de acostarse. No podemos estudiar, buscar la presencia del Espíritu Santo y mucho menos pretender ser luz del mundo, si no somos apasionados de la oración sincera.
Una de las razones por las que con frecuencia "cristianos", "lectores de la Biblia" salen con "nueva luz" o "nuevas doctrinas", es porque no van a la fuente de sabiduría y conocimiento por el camino correcto: la oración. No entendiendo que las "las cosas espirituales deben ser entendidas del mismo modo". Antes de ir con presupuestos, opiniones camufladas... vayamos a la Biblia, a la búsqueda de Cristo con oración ferviente, con oración sincera.
En la edición anterior del Himnario Adventista el himno 344 "Dulce oración" entre varias cosas decía: "tan solo el día cuando esté, con Cristo en la celeste Sión, entonces me despediré de ti feliz dulce oración..." Sin duda esas letras son poderosas. El texto de hoy termina diciendo: "Las futuras generaciones deberán quemar siempre incienso ante el Señor". Dios nos tiene en sus planes desde antes de la fundación de este mundo (Ef. 1:4) y como tal nos vio hoy, y nos dice que debemos quemar incienso grato a su nombre.
Hoy es un nuevo día, ve a donde debes ir no sin antes ir por el camino correcto al cielo: La Oración...!
Buen día!
PD: Si te sirvió o ayudó en algo, no olvides de darle me gusta y compartir con tus amigos.
Sígueme en:
Twitter @HeyssenCordero
Facebook Heyssen J. Cordero Maraví
¡Dios te bendiga mucho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario