Imagino a Jonás muy feliz al salir del pez. Alaba y agradece a Dios. No tiene palabras para mostrarle su profundo agradecimiento. Él reconoce que la "salvación es de Jehová" (4:9), el pez solo fue un instrumento que Dios usó para salvarlo. Ahora, se dispone a ir a su casa, darse un baño, cambiarse de ropas y dormir plácidamente en el calor de su Gat-Hefer. Sin embargo, Dios le tiene preparado una misión, no es nueva, es la misma misión anterior, la que él rechazó: "Vino por segunda vez palabra de Jehová a Jonás diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y proclama el mensaje que yo te diré" (3:2,3 cf. 1:2). El capítulo 3 de Jonás tiene lecciones impresionantes para todo evangelista:
- Evangelista salvado.- "Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero" (Servicio cristiano, p. 14). Jonás fue salvado por Dios de manera milagrosa, y fue salvado porque él tenía un plan que cumplir con él. No podemos olvidarnos de que Dios nos ha salvado, rescatado del fondo del mar para que seamos evangelistas. Así lo ve Pedro: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Pe.2:9). Dios no nos salvó para nos vayamos de vacaciones. Dios quiere que cumplamos la misión. Yo creo que Jonás estaba chasquedo. Él hubiera preferido estar en casa, regresar a su pueblo, pero Dios le tenía un plan mejor.
- Evangelista por compromiso.- Jonás pudo haber argumentado muchas cosas para nuevamente negarse a ir a Nínive, pero sabía que nada bueno encontró desobedeciendo a Dios. Decidió ésta vez, hacer caso al pedido de Dios. Aceptó cumplir la misión, no por amor, sino por temor. Y acá encontramos una lección más de vida. ¿Cuál es el motor de mi ministerio? ¿Qué es lo que me motiva a cumplir la misión? Jonás ya no quería huir de Dios, pasar por penurias, sabía que no hay nada bueno en alejarse de Dios, entonces decide obedecer a Dios y cumplir la misión encomendada. Una de las situaciones más tristes en la vida de un misionero, de un evangelista es realizar una obra sin amor, sino por temor, por dinero, por el qué dirán. Son evangelistas o predicadores que no tienen amor por las almas, no tienen pasión por la obra de Dios. Viven de la obra, no viven para la obra. Jesús es nuestro mayor ejemplo. No desperdició ni un solo segundo en la salvación de las personas. Jonás fue a cumplir la misión, pero no fue feliz.
- Evangelista de "pocas palabras".- Como dijimos ayer, sí que Jonás era un evangelista extraño. Finalmente ya está en Nínive y comienza su obra misionera. Uno imagina a un evangelista diferente, pero al igual que en el barco, Jonás nos sorprende con un sermón resumido. No se preocupa en detalles, no hay razones ni argumentos, ilustraciones ni nada, solo "predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida" (v.4). Y es que Jonás estaba tan enojado que su predicación durante los tres días fue simplemente las ocho palabras. Ahora, la Biblia no registra todo lo que Dios le dijo, al menos no dice los cuarenta días ni que sería destruida, pero imaginamos que a Jonás sí le dijo lo que generó su mensaje.
- ¿Evangelista de resultados?.- No sé si alguien se convertiría en nuestros días con un mensaje tan corto, puntual y directo. No hay palabras bonitas ni más. Solo un mensaje directo y por la gracia de Dios todos los ninivitas, de todas las clases sociales (hasta el rey) y hasta los animales se arrepintieron y aceptaron el mensaje del profeta. La Biblia dice: "Y los hombres de Nínive creyeron a Dios" (v.5). Y es que la lección de oro que todo evangelista debe saber una vez más es que la obra del evangelismo no es humana sino divina. No son las cualidades ni habilidades del predicador sino es el Espíritu Santo que trabaja para que los corazones se conviertan. Puedes ser el mejor predicador, pero si Dios no obra, nadie se convierte. Así de sencillo. Los ninivitas se arrepintieron no por el bonito sermón, el "carismático" predicador, nada de nada, ni logística ni nada, solo Dios obró en sus corazones y ellos aceptaron a Dios. Dios evangeliza a pesar de los evangelistas.
- ¿Evangelista de clase A?.- Con frecuencia vemos casi imposible evangelizar a personas de clases social alta, magistrados, profesionales, políticos y más. Diseñamos una y otra vez estrategias para ganar almas de "clase A" pero vemos casi siempre fracasar, ¿por qué? Porque no vamos con la idea bíblica. Jesús es nuestro modelo sin duda, pero acá en Jonás podemos ver a una población convertida. Cuando la iglesia unida, todos juntos, desde el más adulto hasta el más niño comience a orar con fervor, y se desate un reavivamiento misionero, llegará el día en que todos, absolutamente todos busquen a Dios, desde los más pobres hasta los más ricos. Total, son tan humanos como nosotros, solo que tienen todo, menos paz y amor, tienen dinero, viajes y lujos, pero no son felices, por ello todos los días vemos noticias de suicidios sorprendentes de gente que tiene todo, menos amor.
El mensaje de hoy se puede resumir en: DIOS EVANGELIZA A PESAR DE LOS EVANGELISTAS. No eres tú, no es la logística y tu sermón. Es Dios a través del Espíritu Santo que obra a pesar de tu condición, a pesar de lo que eres. Si Dios obró de manera extraordinaria usando a Jonás como instrumento, imagina lo que puede hacer a través de ti. Yo no soy más que Jonás, ni menos, soy simplemente un evangelista, un misionero que quiere hacer la voluntad de Dios.
Tómame Oh Dios.
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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