“Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá” (Deuteronomio 34:4).
Moisés se preparó toda la vida para poseer la tierra prometida:
✅40 años en Egipto fue preparado por su madre desde su niñez para ser el libertador de su pueblo, asistió a las mejores universidades y aprendió de la ciencia de aquellos tiempos para ser el líder libertador de Isarel.
✅40 años en el desierto de Madián lo prepararon para ser un pastor manso, un líder según el corazón de Dios para luego ser envido a Egipto como libertador de Egipto.
✅ Y finalmente, 40 años en el desierto rumbo a Canaán, a la tierra prometida. Moisés vivió toda su vida creyendo que poseería la tierra prometida que su mamá le había enseñado desde niño. Ahora, ya al final de sus días, Dios le dice que “Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá” (Deuteronomio 34:4). ¿Por qué? ¿Porqué solo pudo verla de lejos y no cumplir su sueño mayor? ¿Qué es lo que hizo Moisés para recibir tan severo castigo?
Toda una vida. 40 años de fidelidad en el desierto rumbo a la tierra prometida son 14 600 días. De esos, solo un día fue desobediente a Dios. Es decir, ¿14 599 de obediencia fueron opacados por 1 día de desobediencia?
¿POR QUÉ MOISÉS NO ENTRÓ A LA TIERRA PROMETIDA? Según Deuteronomio 20:12, Dios da la razón del por qué Moisés no entró a la tierra prometida: “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto NO CREÍSTEIS EN MÍ, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”.
El incidente en las aguas de Meribá Cades está registrado en Números 20. Casi al final de sus cuarenta años de vagabundeo, los israelitas llegaron al desierto de Zin. No había agua y la comunidad se volvió contra Moisés y Aarón. Moisés y Aarón fueron a la tienda de reunión y se postraron ante Dios.
A la luz de la Biblia, veremos por lo menos tres razones:
1. DESOBEDIENCIA. Dios les dijo a Moisés y Aarón que reunieran a la asamblea y le HABLARAN a la roca para que salga agua. Moisés tomó la vara y reunió a los hombres. Entonces, aparentemente enojado, Moisés les dijo: “¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y GOLPEÓ la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias" (Números 20:10-11). DIOS LE DIJO QUE HABLARA A LA ROCA, pero MOISÉS GOLPEÓ LA ROCA. Claramente, por el momento tenso, Moisés desobedeció.
2. FALTA DE FE. Dios quería que Moisés confiara en Él, Dios quería que creyera en Él, especialmente después de haber estado en una relación tan cercana durante tantos años. Moisés no necesitaba usar la fuerza; simplemente necesitaba obedecer a Dios y saber que Dios sería fiel a Su promesa, es decir, creer en Él. La Biblia dice: “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto NO CREÍSTEIS EN MÍ, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado” (Deuteronomio 34:12). No creyó. Puedes pasar creyendo toda una vida, pero un día, un momento, puede ser fatal.
3. PORQUE DIOS ES JUSTO. La Biblia dice que Moisés no llegó a entrar a la tierra prometida. Sin embargo, en el monte de la transfiguración, Jesús fue acompañado de Moisés y Elías (Mateo 17:3), ¿cómo así aparece Moisés en el Nuevo Testamento? ¿Acaso era un espíritu? Pues bien, la tradición judía y la evidencia bíblica nos enseñan qué Moisés fue resucitado por Dios y llevado al cielo. Moisés, de este modo, representa a los que serán resucitados e irán el cielo, y Elías representa a los que estarán vivos y serán llevados al cielo. “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas 1:9). Claramente vemos que Dios llevó a Moisés al cielo. Dios es Justo porque no podía dejar a Moisés como cualquier humano más. Moisés, según Dios mismo: “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel” (Deuteronomio 34:10-12).
Hace muchos años, escuché uno de los sermones que más impactó mi vida. El pastor Mark Finley predicó sobre este pasaje diciendo más o menos así: “ Dios no dejó entrar a Moisés a Canaán, porque le tenía preparado algo mejor: EL CIELO”. Finalizó diciendo: “Después de la muerte, LO MEJOR ESTÁ POR VENIR”. Dios siempre hará la mejor a sus hijos porque Él es Justo. Dios no podía olvidar toda la vida mansa de Moisés, por un solo momento de estrés. Dios es Justo, y siempre nos dará más de lo que nosotros nos imaginamos. Por eso, Moisés está en el cielo. ¿Amén?
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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