Pablo hace una definición extraordinaria de lo que es la Fe: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). En definitiva, para la Biblia la fe tiene que ver con TENER LA SEGURIDAD EN LO QUE SE ESPERA y LA CONVICCIÓN DE LO QUE SE CREE O SIENTE, aunque no se ve.
Es por ello que me gusta pensar en la fe, como una escalera de tres peldaños:
El primer nivel se le llama, CREER. Este es lo básico de la Fe. Es EJERCER FE EN ALGO QUE NO VEO pero que existe. El ejemplo más claro es el de Abraham en Génesis 12. No conocía Canaán, jamás había visto el lugar “donde fluye leche y miel” pero ese lugar sí existía. No era un tema de imaginación. La Biblia dice que Abraham CREYÓ. Este punto ya lo vimos en el capítulo 15. A esto le podemos denominar como la fe, básica. Todos, de alguna manera u otra creemos, hasta Satanás (Santiago 2:19).
El segundo nivel se llama, CONFIAR. Este es el nivel intermedio de la fe. Es EJERCER FE EN ALGO QUE NO EXISTE, NO LO VEO, PERO QUE SÉ QUE DIOS LO HARÁ. El ejemplo más claro está basado en los 25 años que tuvo que esperar Abram para ser Abraham, para convertirse en padre. Para que Dios cumpla la promesa que le hizo cuando le llamó. Abraham creyó que sería padre. El hijo no existía. La mujer era estéril. Él mismo era anciano. Abraham creyó en Dios aunque todo parecía imposible. CONFIAR no es gratis, requiere tiempo, perseverancia, paciencia… ¡25 años! ¡Tuvo que esperar 25 años para ser padre! ¿Cuántos años estás dispuesto a esperar por el cumplimiento de una promesa? Por eso, el segundo nivel de la fe es más difícil que el primero. No solo es creer, tiene que ver con perseverancia. Confiar es lo que hacen los niños en sus mamás, o papás. Dependencia de Dios. Cuando la Biblia dice que debemos ser como niños esta diciéndonos que debemos depender, confiar plenamente como un niño depende y confía en sus padres.
La Biblia dice: “Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rio, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti” (Génesis 17: 17, 18).
Lo que me sorprende de la Biblia es la transparencia con la que nos narra los hechos de grandes hombres. La Biblia no está afanada en contarnos solo lo bueno. La Biblia nos dice que el “padre de la fe” también dudaba. Y en su corazón tenía un poco de duda. Yo creo que era entendible.
El segundo nivel de la fe es confiar. Y cuando uno confía, no está libre de la duda. Juan el Bautista dudó en algún momento cuando estaba encarcelado. Pero la duda no debe alejarte de Dios sino acercarte. Abraham le dice a Dios que espera que “Ismael viva delante de Dios”. Y es que veía muy difícil el que se convierta en papá a los 99 años.
¿Cuántos años estás caminando en la fe? Es posible que la duda e incredulidad hayan tocado la puerta de tu vida varías veces. Y es probable que hoy, veas tan distante la promesa de Dios cumplida en tu vida. No te desanimes, aférrate hoy más que nunca en Dios porque Él quiere hacer un pacto contigo. Y hoy te vuelve a recordar que su promesa se cumplirá en ti, aunque dudes y sonrías de lo que lees ahora. Ánimo en el Señor.
Solo tienes que confiar, ejercer fe en Dios aunque lo que te prometió, NO EXISTA, o aún no lo hayas visto. Solo confía, porque Dios te dará en su tiempo, y el tiempo de Dios siempre es el tiempo perfecto. ¿Amén?
Feliz día.
Nota: El tercer nivel de la fe lo veremos en Génesis 22.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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