El pueblo de Israel, liderado por Josué finalmente, tomó “toda la tierra”. Dios prometió, el pueblo creyó y obedeció, y Dios hizo. Y es que esa es la dinámica de los milagros y hazañas en la vida de los discípulos de Cristo.
1. DIOS PROMETE
2. EL PUEBLO CREE
3. EL PUEBLO OBEDECE
4. DIOS CUMPLE
¿Qué es lo que el ser humano tiene que hacer para ver un milagro de Dios? CREER EN LAS PROMESAS DE DIOS Y HACER SU PARTE, esto es OBEDIENCIA. Cuando el ser humano hace su parte, Dios obra. El texto dice:
“Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus; y la tierra descansó de la guerra” (Josué 11:23).
Nosotros podemos estar seguros de que todo, absolutamente todo lo que Dios ha prometido lo cumplirá. Pero ahí va el esfuerzo humano y el poder divino. ¿Cómo podrían conquistar tantos pueblos fuertes y armados, preparados en batallas y guerras si ellos (Isarel) eran prácticamente un pueblo de campo y pastores? No podían hacerlo ellos, ellos necesitaba de Dios y su ayuda, y así fue. Mientras ellos eran obedientes, Dios cumplió todo lo que prometió.
Hoy es un nuevo día para reclamar las promesas de Dios. ¿Qué promesa has leído o escuchado de parte de Dios y crees que es imposible? No hay nada imposible. Solo tienes que CREER y OBEDECER, y Dios hará su parte. ¿Lo crees? ¡Amén!
Feliz día.
Pr. Heyssen Cordero Maraví
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